Nuevo fracaso del PRD
Este fin de semana el PRD ha tomado una decisión que a algunos parece un gran salto hacia el pasado. A mis ojos luce como un modesto brinquito para caer donde mismo: en el charco de confusión en el que se encuentra, semi-ahogado, desde las elecciones federales de 2018. Por lo menos. Desde entonces, de dicho y de hecho, los perredistas no atinan a encontrar su lugar en el mundo político nacional porque, simplemente, no han querido explicarse cómo fue que no fue lo que pudo ser. Explicarlo con seriedad les significaría asumir su responsabilidad en la fractura de un proyecto partidario que terminó siendo demolido por la avalancha lopezobradorista. La historia muerde con ironía. Se asumen como opositores al nuevo gobierno, pero no logran articular un discurso que se asemeje a una propuesta alternativa porque en el tsunami se quedaron sin banderas. Los líderes más connotados, “Chuchos”, “Galileos” y asociados, solo atinan a supurar rencor y odio contra AMLO-Morena desde sus her...