Gestores electoreros de la esperanza

Confesar con candor que no se entienden los tiempos que se viven y disponerse a seguir haciendo lo mismo de siempre hace parecer inocente al ignorante. Así se presentó en público la versión quintanarroense del Movimiento Nacional por la Esperanza, una organización parapartidaria surgida hace algunos años de la mano perredista de Rene Bejarano que ahora navega en las aguas de Morena.

Motivar la esperanza es un recurso infalible para asegurar la fidelidad de seguidores y creyentes. Siempre habrá algo en lo cual creer y aspiraciones por alcanzar. La esperanza no se pierde. Por eso se dice que nunca muere.

Con la esperanza se juega en política. Algunos dicen que es la expresión laica del opio que adormece a los pueblos. Y así parecen querer jugar los jóvenes activistas que hicieron la  presentación publica del movimiento mencionado.

Solo la presentación porque anunciaron que darán a conocer, en un futuro impreciso, unos proyectos que constaran de actividades de apoyo a los sectores desprotegidos de la población quintanarroense a los que “nadie atiende”.  En tiempos electorales aparecen otros mas que levantan la mano, aunque aseguran lque nada tienen que ver con ese calendario.

Ante la insistencia de los reporteros por saber sobre el origen de los recursos que estarían utilizando para brindar tan generosos apoyos para la población marginada, el vocero de la agrupación esperanzadora reconoció que no necesariamente serian propios sino que principalmente provendrían de donaciones empresariales y de los gobiernos municipales. Cual asociación civil gestora de respaldos públicos y privados para sus causas.

¿Cuáles causas? Entregar despensas y apoyos para adquisición de vivienda.

Se puede conceder el beneficio de la duda, pero si esperan obtener recursos para semejantes fines, en las condiciones actuales y de las fuentes que dicen, resulta poco creíble la razón altruista de la repentina aparición del Movimiento Nacional por la Esperanza en el estado.

El sector privado ha sido fuertemente impactado por la parálisis económica provocada por la pandemia y la reactivación del empleo ha sido una de sus primerísimas prioridades. Incluso, el que mantiene activa sus funciones como socialmente responsable ha destinado apoyo de manera directa, si acaso por medio de sus propias fundaciones, para los grupos más vulnerados y para su propio personal que ha quedado inactivo.

En cuanto a los gobiernos municipales, ante los cuales dicen que se “alinean”  sin importar el color partidario, han realizado un esfuerzo extraordinario, de acuerdo a sus propias posibilidades financieras, para destinar recursos, principalmente en alimentos para los pobladores que han quedado sin empleo o sin actividad económica remunerada.

El fenómeno, en su integralidad, ha reducido notoriamente el margen de acción de las asociaciones civiles asistencialistas que tienen años organizadas y con accionar reconocido. ¿De dónde entonces, si no es con recursos propios y con ganas reales de ayudar?

Esa presentación pinta para coartada política vestida de benevolencia. Con un lenguaje tan anticuado que siguen ofreciendo entrega de despensas. El proselitismo despensero esta muy desprestigiado. Se le ha usado hasta el abuso para el clientelismo electoral. Se le sigue usando nada más que ahora se le dice, con cierta arrogancia lingüística, “ayuda alimentaria”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Los Corta Mechas

Venezuela 2024: duelo de estrategias

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial