La comentocracia está de fiesta.
La vida pública mexicana se puso entretenida. Vívida y muy activa con el cambio político en ciernes. Contrastante. Colorida. Los temas para comentar, abundan. Los opinólogos todólogos de la cosa pública tienen dificultades para elegir, día a día, a cual de todos ellos dedicar la atención de la jornada. Eso se puede apreciar sin dificultad en las secciones de opinión de los diferentes medios impresos y digitales. Con todo y que proliferan medios y comentólogos, es raro ver que de un medio a otro, en el mismo día, la atención se concentre en un mismo tema por parte de las plumas (teclas). Temas hay. Hay para todos. Injusto sería tratar de enumerarlos porque pecaría inevitablemente de omisión. Por lo demás, cada día surge alguno nuevo o adopta sesgos variados. Es una aportación del cambio político, por lo menos en su etapa de transición. Debate. Contraste. Truenan sin límite los argumentos a favor o en contra de las iniciativas lanzadas por los promotores de la lla