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Mostrando entradas de enero, 2015

La desconfianza no se mama, se impregna

No se puede confiar en nadie. Nunca se ha podido. Menos ahora en el grito de libertad.  Cuéntamelo todo antes de que me desangre. Se me cae la baba. No se puede confiar en nadie.  Cuéntamelo hasta donde alcance el nivel de la memoria sin violentar la comprensión. No me inventes nada ni lo distorsiones.  No hay compasión. Cuenta... ...hasta donde lo soporte el nivel de flotación sin reventar la entendedera. Hasta allá. Hasta entonces.  Se trata de lograr la odisea de navegar por debajo de los submarinos porque el objetivo es mantenerse a flote. Nadar de muertito ofrece las ventajas de toparse con el sol pero las narraciones de misterio aseguran que es la mejor manera de caer presa de un torbellino tierno. Que son los peores. Se resuelve la insuficiencia de oxígeno con respiración boca a boca. Con el corazón paralizándose cada treinta minutos. Con el diablo metido entre los cables del corto circuito en las neuronas.  Estábamos en la zafra a pleno sol de mediodía cuando el delirio se apod

Secretos de alcoba

"A pesar del inmenso desprecio que me producen todos los nauseabundos seres que pueblan los chiqueros, -ni para comerlos fritos los soporto-, he decidido sufragar el resto de mis días al lado de un puerco. Es lo mejor que me he encontrado en mi largo andar. De esto a lo de siempre, mejor esto. Se lo merece. Me lo merezco." Trono una ovación enardecida. Los asistentes estremecieron el suelo del Templo Pagano de la Inmisericordia con altos brincos y fuertes patadas motivadas inconteniblemente por la euforia, esa hermana extremista de la alegría. Se desbordó el entusiasmo más allá de lo que los esposados hubiesen querido, -pretendieron sin éxito que su unión fuese privada, solo entre amigos cercanos y sin mucho ruido-, y sus ondas expansivas rápido alcanzaron a penetrar con su fétido aroma por la puerta y la única ventana de la Comisaría de la Sanidad Republicana que se encuentra justo en el extremo opuesto del pueblo. Sonó la chicharra de emergencia y de inmediato dieron el gri

Noticia fugaz y #TodosSomos...

Al mundo se le mueve el ombligo con rapidéz: el centro de gravedad informativo transmuta con un suspiro. La noticia fluye y se agota como un espasmo: el mismo que produce asombro y escándalo por el impacto de la nueva que como llega, se va.  Antier era Corea del Norte amenazando con desatar su cólera sobre occidente si se ponía en cartelera una película que mencionaba a su inestable dueño. En las calles de algún lugar americano llamado Ferguson el descontento racial descomprimido rompía cristales por ser inaceptable que la policía de tes blanca pueda balacear a la gente de color sin que haya consecuencias. La palabra "Ayotzinapa"  se leyó y escuchó en los noticieros de casi todo el planeta  sin que tuviera una traducción precisa excepto muerte. Ayer Obama y Cuba se robaron los titulares: cincuenta años de muecas, escarceos y jaloneos solo han servido para paralizar a las fichas: quedaron tablas. Los sobrevivientes se acercan. Tan cerca y tan lejos: se mueve el juego

El camino es lo importante ¿o caminarlo?

El frío bajó brillando y sonriendo, como navaja de peluquero, desde un cielo pardo. Cortaba con impaciencia las rebanadas de aturdidas espaldas que encontraba a su paso. Los voy a descuartizar, decia... Los voy a matar. Parco de posibilidades y tan poco potable para el tamaño incrementado de las pretenciones. "Aspiras muy alto y no tienes aspiradora"; no bastan las aspiraciones. El borde natural es el abismo como cualquier despeñadero: por perseguir las orillas se alcanza el vuelo sin ofrecer descanso. Vienes al mar sin disuadir la entraña, sin gloria en el panal y sin bandera inmaculada. Rotas están las heridas. No tienen sombra: toma lo que no sobra. Rompes la cordillera gateando para rastrear el paraiso y no lo encuentras. Se esconde tras de la piedra caliza. Tal vez detrás de la cabeza. No tiene ni pies ni cabeza. Es el macizo de los arrecifes. "Salve al Dios brillante ondear la hojaldra negra del pirata". Llegas por, fin, y bañas de sudor la piedra, la tranca,

Entre controversias y borradores

Va en tránsito la losa de los tambores; llaman a guerra fraticida, en defensa de la violencia y sus gladiadores. No se preocupe Señor Supremo, todo se olvida. Van de vuelta las brujitas siniestras por las espinas forzadas, en cruce incestuoso entre las siluetas y las perfidias. Toquen al unísono las baquetas, los dedos ajados que se despintan serán sordos a las audiencias. Los gritos de piedad padecen venganza, nadie que los escuche, pierden matiz al tono de las maracas. Entre controversias y borradores todos se culpan. Faltan las tumbas que se preparan, de arriba a abajo, entre voladuras de pies y buenas sorpresas. Toquen timbales con armadura,  es de mañana. Todo se olvida.

Honor a los irreverentes

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Su sangre seguirá derramada por reir y hacer reir con la estupidez de los dogmas ¿o es más estúpido hacerse matar por los dogmáticos? ¡Pues no! Hay maneras de defenderse, hasta que el carboncillo, la tinta o las teclas aguanten.  Sangre sobra, ¿verdad fanáticos? Fanáticos, por cierto y por desgracia, son los que sobran en todos lados de la esfera: religiosos, políticos, deportivos, pero sobre todo económicos, del poder. Fanáticos de su locura: los verdaderos patrones de la barbarie. Frente a tanto fanatismo, la risa, el cartón, la opinión, la burla, la idea, la caricatura, la palabra

El año vino del mar

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Golpe de viento fresco Suena simple entre pausas, sin prisa Surco suave en la arena Disuelve el segundo en espuma  Con calma, al tiempo De vuelta desvela Se revuelca Reitera la invitación Confirma la sentencia             * * * * * Tirita. Me abraza Nadie quiere llorar, ni el cielo ni las estrellas Todo es a media luna, a toda puesta Silencios oscuros en horizonte Besos sabor a vino entre sorbos de agua salada Brindis en condición inesperada Alguien cuenta a los gritos en reversa sin cronometria  Sonrisas Fue la mejor idea ver a lo lejos el fuego que no es de día La chispa artificial fugaz que en negro mejor colorea  Se hacen apuestas con espectativa: que el deseo se cumpla Pensamientos al más allá donde la incertidumbre se anida Corte arbitrario de tiempo. El reloj se marchita Nueva oportunidad a la posibilidad La brisa refresca. Los calores se necesitan Me abraza ¿Quién que no pueda se asoma a la sombra de un carnaval sin comparsa?