Tiburoneando

A primera vista se asemejan. Solo a primera vista... el templo del saber hacer y el templo de lo que, sin remedio, ya está hecho.

Hace algún hoy hubo una masacre y luego una Liga que conmemorarían la fecha. El culto inútil a la violencia que fue heredado para los hijos de la hierba.

Tan llena de discursos, tan plagada de muertos en su honor, tan necesaria como nunca, tan llena de horror, tan sin sombra para el dolor, tan sin embargo, tan sin nombre

¿Qué anda haciendo por acá y tan demandado en tierras calientes? Cumpliendo con los estándares de la moda internacional, mi hermano. Alguien lo tomó en una discoteca chic de las praderas del norte planetario y cree que se lo trajo para mostrar sus altos vuelos en la élite del universo privilegiado de los que llegan primero. Con vodka es la preferencia (vodka, vale, como se acostumbra en las heladas estepas de Siberia y sus alrededores). Vodka con "jugo" de arándanos. ¡Anda pues! Un sustituto elegante del ranchero jugo naranja, de la toronja y hasta del gringo Sprite, ¡Chale! Al Vaccinium se lo trajeron hacia el sur del mundo las empresas comerciantes transnacionales. Procesado, desde luego, listo para degustar. Especialmente la variedad (subgénero) Oxycoccus Macrocarpus que se produce en el norte frío del continente americano, en Estados Unidos y Canadá: entiéndase el arándano rojo. Porque hay otros tipos de arándanos, incluyendo el azul y el negro que se dan principalmente e

Ventajoso de tu existencia voy a aprovechar todo lo que me des. No quieras ofrecerme nada cuando no estés. Lo único que me da tu ausencia son vértigos en el alma. Pierdo la calma y el mundo gira al revés. No me mandes una postal: dame lo que te atrevas pero ven.

Las faramallas fallan en la orilla de las tentaciones. Las estrellas faltan en la cúspide de las botellas. Las corcholatas truenan en las sonajas de las parranderas. El desamor batalla para salir de las coladeras. El fragor del vino escurre y se entalla uniéndose a tus caderas. Nada más se me ocurre. ¿Quién puede contra ellas?

Que todos los días me sean y sepan exactamente iguales solo provoca que arme un buen uso de sus horas para complacer a mis causas gustadas de la vida. Pero saber que es domingo desbarata todos los planes. Cada domingo. El día se hace pinche y me sabe a humedad y a vacío. Haga lo que haga, no sirve. Los minutos se estancan en el cielo y la soledad tiene paso libre como si fuera la gran novedad después del diluvio. No tiene sentido pero tiene su peso. Donde quiera que esté, deberá de haber un remedio para hacerlo mi amigo: no puedo omitirlo del calendario.

Se encargaron de cerrar y de enterrar el ciclo ascendente del partido y de la izquierda. Por eso no pueden hacer un balance de lo sucedido, por eso no pueden dar la cara: evidente que las cuentas a entregar les son adversas. Se engolosinaron de soberbia. Creyeron que tenían comprada a la ciudad y desecharon acuerdos respetables, pactos de cúpula, menospreciaron a sus iguales (¿ya nadie los igualaba?) y desdeñaron escuchar a la gente que los seguía. No tomaron el pulso de la confusión social y del desgano. No quisieron ver que el adversario podría ser más fuerte habiendo recuperado el gobierno federal y por lo tanto la unidad se imponía más que nunca. Pero no una unidad subordinada a sus caprichos (y ni siquiera esa pretendieron). Soberbia sobre soberbia, terminaron entregándose de la peor manera: esa que se desnuda en lo oscurito para salvar el pellejo, caiga quien caiga en la milpa de sus compadres. Serán, ingenuos, sus seguidores sinceros, sus creyentes confesos, sus subordinados,

Se quedó prendada del campo visual de aquella mira; como filtro amarillo en el atavismo de los tiempos. Tiempos de ruptura; de volver a abrir la llaga. Me voy como llegué, por nada. Sin conocer los entretelones de su invento, el gran proyecto; solo la inercia de la apertura y de los empujones. El vaivén de la marea; su flujo hacia una meta incierta. La tierra prometida por nadie y que nadie conocía. Nadie es la fuerza propulsora. Nadie es la aventura: el forcejeo para iniciar una nueva vida solo tiene como fundamento que no se puede vivir de otra manera, en guerra, en tierra sombría. A riesgo de ser nada. Nadie en el sentido inverso del nadie poderoso que domina. Nadie vacío. Nadie desposeído. Nadie sin poder se ser: el nadie tan temido. De las arengas a medias, a tener que meterle el cuerpo entero. De la tangente al centro. Del análisis del enredo al corazón mismo de la madeja. El mejor camino es el que ya está, el que hay, el que llega, el que te encuentra. El mejor camino para ningu

Me ha gustado desde que el gusto me despertó. Entiéndase, desde la primera vez que la vi. Vi entonces su imagen de las maravillas y me trajo a la memoria el mejor momento de la lluvia seca. Nunca me anunció que sería distante y desaparecida: su forma bárbara de blanquearme las heridas.

con el debido respeto para los gitanos y la ortografía Trompiduro le dijo a Cabistraje: Soy el amante conceptual, el de la poesía. El más viejo y el más cínico, por lo tanto, el más valiente por hipócrita. Tornado estoy sobre la orilla de un tímpano de alcohólico. La manera de secarlo es encontrar la fórmula de cómo la llaga se evapora: volátil manecillas de un reloj sin conocer las horas. Es la veintidiosava vez que te lo digo: ¿por qué metes al ángel exterminador en este ultraje?

Los fardos callados dan cuerpo a la arena que dormita. La luna bajita miente a la marina nave que sueña con la nube. Un portal con las farolas encendidas. El humo del tabaco creándole tumores a la vida. Una flor esparce sus mieles mal habidas.

Perdido sin fecha en los interiores de una libreta apareció el texto que hoy solo despierta incógnitas. No me da el ánimo para transcribirlo ni la cabeza para el recuerdo. ¿O no quiero? ¿Será cierto, entonces, aquello de que el tiempo mata todo, hasta a las peores alimañas? Como la canción esa de que "Se me olvidó que te olvidé". No creo. El tiempo. Rescatada se queda en el olvido. La libreta.

La lectura se reconoce como uno de esos exquisitos placeres que puede terminar siendo prohibido. Lo fue. Lo es. Hace apenas unos años en el mundo islámico los "Versos Satánicos" de Salman Rushdie merecieron precio a su cabeza y a la de quien los leyera, por poner un ejemplo. Y por consiguiente, la escritura corre la misma suerte. Para que alguien goce la lectura habrá alguien que goce al escribirla. O sufra. Será necesario también alguien que difunda. Sin creación literaria no hay lectura. Sin su difusión no hay lectores. Esta es la historia novelada de Johannes Gutenberg y sus peripecias clandestinas para construir el instrumento reproductivo de las letras, la imprenta, que le permitiría al mundo lego y pagano gozar de uno de los placeres hasta entonces solo posible a unos cuantos y para casi todos prohibido. Pero el libro más prohibido para los placeres de esta historia no se plasmaría sobre las hojas de papel de esa imprenta. Esa historia tiene que ver con otra más vieja:

Ya la había puesto por aquí por el simple gusto o tal vez alguna causa. Pero esta versión a dueto, pausada, (casi reposada) no había contado con mi atención. Una joya que nunca está fuera de tiempo. En cualquier lugar.

La mudanza al laberinto insípido del " face " me ha resultado irrelevante. Mantener la consistencia del Blog, irreverente. ¿A quién debe gustarle lo que pienso cuando el cerebro arde? ¡A nadie! El facebook es estrella de la imagen; el blog es verborrea incontinente: donde la condición de la palabra se extiende más allá de la seducción primaria de la idea. Bloggero seré, entonces, lo primero. Escribir, aprisionar el bolígrafo, agotar la tinta y clavar la tecla, tendrá que ser la señal más nítida de la vehemencia; de la vida inconclusa para gastarla; de la demencia.

Te quiero limpia de dudas, carente de ataduras, libre de las borrascas que te atormentan. ¡Ah! esos complejos de falsa grandilocuencia. Matar al que te ama. Te quiero capaz de trascender la circunstancia momentánea. Te quiero tuya para ser mía.

Coplas del Papalote - como pa´cualquier lado. Ejecución soberbia.  La canción habla

por andar entre los aires por el arrebato del viento por las coincidencias del tiempo por no tener rumbo ni destino por mantenerse si lo jalas por caerse si se queda quieto por colorido por vistoso por impreciso porque quiero

Por una extraña raspadura de las coincidencias, casi limadura de fierro, las anteriores cargas de lamento a causa de los silencios dan fin a los espacios disponibles para los manuscritos de una libreta.  Simbolismo que literalmente cierra la puerta. No hay vuelta.  Como del torniquete de una prensa vieja surge la nueva imagen que representa la pura neta: la vida se ha convertido en un papalote y yo en su marioneta.  Hagamos sus coplas con el ritmo azaroso que el viento quiera.  Así lo quiso. Así sea.

La foto no tiene excusa: es exquisita. Disfruto la vanidad de una sonrisa que no me sirve para nada. La incógnita que duele es la sombra que no se arrima en el enigma. Me niego a las interpretaciones fáciles del silencio: no me conviene su condena:  la ola brava de su voluntad no permite remar en la nave extraviada de mis deseos. Los desecha. Comprender no es resignarse, la realidad es más compleja: el café se enfría entre mis manos sin que logre darle el trago mañanero mas reconfortante. El que despierta. El que da vida. Aquel que deja para todo el día plasmada la sonrisa. Se está perdiendo mi pupila de la chanza simple de secuestrar sus sueños. Se están perdiendo mis labios del permiso no otorgado para usurpar lentamente su mirada. Renuncio a creer que todo se reducía a satisfacer el capricho terco, marcado por un plazo fatal de las nocturnas andanzas veraniegas. Capricho cumplido a medias. Sería la tiranía ridícula de una fecha: de todas las formas posibles, la peor de las indecenci

Ella eterna. Untando el vapor de su presencia penetra y desdibuja la conciencia. Reclama, sin decirlo, todos los sentidos por ser bella. Ella extensa. Rompe la roca del aliento con una melodía de silencio que confina en su cadencia. Impone en su sonrisa la suavidad que acecha sentimiento. Ella experta. Cortesana de sí misma. Amiga inseparable del recuerdo cuando se anida, sobreviviente, cómplice del olvido. Sin miedo. Ella intensa. Guerrera de sotavento. Pasionaria indescifrable. Felina en su concierto. Gata, tersa, fiera... Ella como ella. Excelente compañera. 

Hay una rancia vaguedad que me ilumina Se hace notable su presencia en el silencio Que pase la noche fría y que comprenda que al mejor sentir se le invalida por su empeño. Enamorado de sus furias, de sus noches sin freno, tengo en mi mundo desconsuelo.

No me puedo sonrojar por tu mirada imprecisa, por tu piel mal trabajada, por tu creencia en la mentira. Me sonroja tu falta de pericia con la vida: te maneja sin manija. Se ríe de ti al antojo de tu fofa y frágil risa. Que te roben, que te ultrajen, que te usen como máscara de carnaval. Que te frene tu seguridad hechiza. No te puedo llevar. Voy de prisa.

Tiemblan con firmeza las sabanas al aire. Se sacuden las volutas imperceptibles en contraste con la luz hiriente que acaba de arribar con el permiso de nadie. La noche perdió su coartada. Quedan al descubierto las artes fraudulentas de la magia y se develan inaceptables las suertes fantasmagóricas de las ilusiones. Inconmovible perdura una imagen: silueta que brilla por su obscuridad entre las almohadas. Es el rostro verdadero y inamovible; es el embrujo.

A propósito del absurdo: sobre la Antología del Humor Negro de André Bretón y otras cosas. Aquí el promocional: Y aquí el enlace con el programa completo: http://www.youtube.com/watch?v=DU_cvzXRP6E

Que no es respuesta, según dicen las lenguas lanzadas desde los satélites a la Tierra. Satinada en el romanticismo inevitable vitupera sin convicción contra el lado amable. Horrible la cronología. ¡Qué otra cosa fuera! Su contradicción: burlarse de los gatos cuando en realidad los ama. Debería amarme... 

Vino a mi porque fue requerida; rompiendo el dueto para armar la tercia. Supo llegar a tiempo con carcajadas de sorpresa. Dueña del momento cuando el mundo se acomodaba en su tormenta. Cumpliendo el vaticinio, inicio la nueva era.

Horda de calambres desplumados de venganza. No hay avaricia, es desconfianza por la edad de las malicias. Actúa en el filo exterior de su basura, la peor de las mentiras. Frágil decisión nocturna que es la peor de las consignas. Enredado en la fracidéz reta al despeñadero, como paloma, al borde de la cama. De las temibles cosas con que el alma se envenena, una de las más dúctiles y perniciosas es la atracadera: la vanidad golosa; el sexo sin reservas. Bailará con ella. No hay guardia en ventanilla. Vagamundos. Trotalechos. Estarán llenas de serpientes sus causas venideras.