Tiburoneando

Publicado el  12/09/2012  por  melodysheep A musical investigation into the causes and effects of global climate change and our opportunities to use science to offset it. Featuring Bill Nye, David Attenborough, Richard Alley and Isaac Asimov. "Our Biggest Challenge" is the 16th episode of the Symphony of Science series by melodysheep. Visit  http://symphonyofscience.com  for more science remixes! Materials used in the creation of this video come from: - Are We Changing Planet Earth? - Bill Nye - Climate - Eyes of Nye - Climate Change - Earth: The Operator's Manual - An Inconvenient Truth - Hot Planet - How Many People Can Live on Planet Earth - Human Planet Thanks for watching!

Si es de sentimientos de lo que se trata, la advertencia es efímera pero verdadera: nadie, que hasta ahora se sepa, puede hacer entender a una piedra.

La nómina puede ser responsable de las peores calamidades. Pierde al pensamiento y a la razón. Extravía al sentimiento. La ética se hace vapor y se desconoce al conocimiento. Un tobogán que succiona conciencias. La nómina puede ser culpable del dolor, del incremento de las palpitaciones y de la huida silenciosa de la tranquilidad y el sereno. La nómina no tiene palabra, hace sombra pero no da cobijo. Dueña de los golpes bajos, la nómina es una provocadora pero no cae con cualquiera. La nómina miente, incrementa el colesterol y encarcela. La nómina es una cirugía mayor sin anestesia; la cortesana pudiente de la política moderna. La nómina que todos quieren: la que se persigue con verdadero amor; como a la ubre de la becerra.

No voy a jurar frente a un crucifijo lo que no pueda decirle al sol. Las verdades cuando lo son deben oler a madera. Tabla rústica en forma de estaca que se entierra en el corazón. Para que nunca salga, para que nunca vuelva. Los acordes de sus secretos serán melodías entre los basaltos. Todos de piedra como la sonata, la risa loca volcada en una mala canción. Enmendaduras tendrán que escalen los pretiles como enredaderas. Las ideas saldrán para siempre de entre las cavernas. No voy a jurar frente a un crucifijo como si fuera cualquiera. Quedaría el hueco por adjurar de tu amor aunque no lo creas. Cae la bendición sola cuando hay sacrificio ciego. Un pasado que no quiso ser se quedó atrapado fuera de su propio recuerdo. Las sombras de los tumultos brotan hechas eco descomponiendo su principal intención. Cuerdas para el bandoneón y un fuelle de aire caliente para las trompetas. No voy a jurar en vano aunque el castigo amague. Te lo juro por lo que quieras.

Se distingue a un farol por su perniciosa necedad de hablar efusivamente de sí mismo adjudicándose las virtudes que no posee. Es un factor indiscutible que inspira el dicho de las comunidades: dime de que presumes y sabré de lo que careces . Un farol con autoridad suele asegurarse de tener la última palabra. Al silencio colectivo que lo circunda lo toma como conspirativo y reconocimiento callado de su insoportable dicho. Se cuelga del alambre prestado; de la fuente de luz que no ha creado ni le pertenece.  Pobre wey  lo retratan en el pensamiento furtivo de quienes finalmente, por su propio interés, lo soportan. El interés tiene pies aunque caminar signifique tolerar las luces iridiscentes de los faroles. Esos risibles amigos imbéciles de la estupidez.

El mundo puede estar vacilando como quiera. Volteado para el lado que sea. Es el mundo de todos pero cada quien el suyo. Terminar una libreta es causal agravante de inspiración a cualquier hora con garabatos pausantes y todos sus malditos errores. La flojera es para la transcripción y el orden. Como por ahí mismo dice el duende desvelado y madrugador: el orden de la chingada. Borrador de tinta. Oda al filo de la navaja. Para cuando los arqueólogos lo interpreten, el papel ya calló en los dientes de la legión ratón y el archivo virtual en las entrañas del virus de la computadora. ¿Cómo se puede adivinar el contenido del centro de la Tierra si no te embarras, si no le das vueltas a la madeja? Creando, creando, mi fango largo convertido en faisán fascinador. No hay otra manera. Así se queda.

Para el predominio de los poderes de la circunstancia. Todo está ligado a su imagen... ...y semejanza.

No habrá descanso en tu atardecer ni puerta de salida en la madrugada.  Te levantarás del lado equivocado rumbo a ninguna ventana. El baño es una cuchara, sus vapores lluvia escarlata. No habrá tregua ni luces civilizadas. Una ciudad encendida de fantasear. Falsa morada. Las pelotas no rebotan ni sabes como coleccionarlas. Piedras para el collar. Anzuelo sin carnada. No habrá panteón con nombres ni criptas donde enterrar tus terrones de azúcar y agua salada. No tendrás vértebras para estrujar. Damas de azul y un dominó con fichas marcadas. Te vigila la ciudad de la fantasía. Media payasada es el tema central. Dunas de nada. No encontrarás la solución. El enigma está a tus espaldas. Recorre el callejón y espera a las hadas. Sólo espera para tu colección. No llegará nada.

Me han hablado tanto de ti, con tal lujo de detalles, que con la abundante información que poseo me ha resultado fácil hacer tu retrato hablado

Volado desde las faldas de un viejo poema.  Volado desde lo bajo de la canción eterna. Volando el exquisito nadar entre nubes y humo. Volado de tanto volar. Volando va. Tu nombre me sabe a hierba.

Más veneno que el de la carpa rebozada no puede haber, ni aunque cayera presa. Prisionera de su naturaleza. Quiere sentir la bajeza de más abajo como si no hubiera tenido suficiente, aunque se retoque de encaje, estambre y franela. Lo que el deseo le recomienda: alba de gritos salvajes. Primitiva, primaria sin pitonera. Pero eso es lo que parece: nadie lo sabe, ni su propia cabeza. Noble no impone. Nobleza perdida entre la maleza. Doble moral no es lo que endereza. Es lo que interesa. Desdoblaje, sin trueque ni contraataque. Atracadera. Almirante sin furgoneta, las ojeras revientan gratis.  Cabalgata del mástil desconocido. Que nada es mejor que por conocer. Todos los cables son de uso múltiple aunque hablen los abonados de cortisona y coliflor con su sonrisa bobalicona.  ¿Que para qué prefiere al enterrador? Ni modo que no lo sepa. Por mi parte quiero el corte seccionado con la mejor segueta. Corte hasta el mar W, si es que el viento sabe el destino y arrabalero me orienta. Horizonte

No pongo velas en la parsimonia de tus ojeras. Sobran botellas llenas de instinto.  Sal de cocina y bolsas de tienda. Constelación de andares. Sale el sulfuro por dónde sea. Es de paciencia. No pongo lirios, azahar de colonia o agua bendita. Silva el olvido basto y forzado. Se enreda ahogado en viejas primaveras. Bulle la vida como los camellos. Como los pingüinos que no contestan. Espacio sinuoso y callado. Conspiración del llanto lejano. Pongo estrellas.

Los más rudos de tolerar son los idiotas chovinistas. Se dicen de izquierda y reproducen desde su inconsciencia más elemental una de las lacras discriminatorias más asquerosas de los tiempos: la exclusión verbal y/o activa de los inmigrantes... en una zona crudamente creada a toque de inmigrantes.  ¿Entonces que será para ellos ser de izquierda? ¡Quien sabe! Diría que debiera ser, por lo menos, respetar los derechos de equidad e igualdad.  Y estos marranos con tendencias fachistas básicas no lo son. Eso no lo conocen. Fragmentan la dignidad de las personas a causa de su origen. Con la sonrisa cómplice de los que creen ser sus iguales. Una batalla que habrá que ganarles mientras se les confunde el cerebro pensando que sólo ellos saben cómo hacerlo.

Lo veo todo tan esquivo y transparente dando vuelta por la esquina  que no me puedo desprender de su insolencia.

Como tronar el aire al viento para acelerar el tiempo. Como los dedos entumecidos por el frío. Como cicatrizar el hielo. Como si el calor fuera parte de las estaciones del calendario. Como si el verano fuera eterno. Como si a pesar de lo visible se pudiera desprender el desvelo. Como transfigurar el cobijo. Como si los humores supieran transgredir la escalera. Como la falsedad del espejo. Así de frágil puede ser el olvido fingido.