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Mostrando entradas de diciembre, 2015

El peor de los mundos posibles

T ómese de la peor manera, como cualquier declaración de guerra. O mejor dicho, como si víctima inocente fuera, aunque desconocimiento de los hechos finja. Cada cual de los violentos comandos apoltronado en su respectiva trinchera y yo enmedio de las dos calles, parado mirando al cielo que en estos casos siempre se cierra. Hoy prefiere la ventana abierta.  Vuelan de cada lado las balas perdidas, las encontradas, las que siempre tuvieron destino y las que salieron sin cnsentimiento: son los fastidios los que dan en el blanco. Cae la abulia con su cara nacarada.  Son casi trescientos los días, sesenta los considerados y el resto para conseguir comida. Si quisiera ser parte consciente de esta maldita guerra ya me habría cerrado la bragueta. 'La cremallera' dicen en lenguaje asceta. Con una botella de vino alcanza sin ser necesario esperar hasta que amanezca. Para dormir cualquier hora es buena. Todos los conocidos se fundamentan en la creencia sublime de que realmente te conocen:

En la gracia del estereotipo

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¿Revoluciones en crisis o acumulación secundaria?

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Las revoluciones socialistas de nuestra era, esas estaciones de temporal donde los románticos ponen las ideas, las ilusiones y la sangre para alcanzar un mundo mejor mientras sus burócratas venidos de menos llenan la cartera, la lista de relaciones y el control policial para cuando llegue el capital. El gran paradigma de la historia lo brindó Rusia: de dónde si no surgió su escandalosa burguesía y las bandas criminales adquirieron el honroso nivel internacional de mafia.  El caso chino es para la araña: el estado centralista expande por el mundo a supuestos multimillonarios regando inversiones de grandes capitales aquí y allá.  Dos formas distintas de "tardía acumulación originaria de capital" después de que las revoluciones socialistas asentaran autóctonas en ambos países, territorialmente inmensos con economía predominantemente rural.  En lis países en donde la revolución fue importada -impuesta por dominio extranjero- el fenómeno puede ser relativamente similar de "ac

Segunda vuelta: traje a la medida de las necesidades

La República Argentina acaba de realizar por primera vez en su historia una elección presidencial haciendo uso del balotaje, esto es, de la segunda vuelta. La medida está incluida en su normativa desde 1973 y, en su versión actual, desde 1994 después del Pacto de los Olivos. Hasta este 2015 fue necesario aplicarla y ganó la alianza opositora al gobierno peronista encabezado por Cristina Kirchner cuando se esperaba que a éste lo favoreciera la continuidad. Cuando la segunda vuelta se estableció por primera vez en 1973 se dijo que era un traje a la medida impuesta por todos los que se oponían a Juan Domingo Perón para evitar regresara al poder. Perón fue a las urnas al final de ese año y ganó contundente en la primera vuelta con casi el 62% de los votos: el traje les quedo chiquito. En la peculiar versión argentina el balotaje no se requiere cuando el ganador de la primera vuelta obtiene más del 45% de los sufragios o en, su caso, el 40% con una diferencia de, por lo menos, 10% sobre el

Asalto a cubierta por la puerta de atrás

Lo detesto con rabia sorda y aquí el odio no tiene nada que ver con valores ni violadores. ¿Qué les importa? Es pura versión jarocha. La única forma de superarlo es el entierro. Mil metros bajo la paciencia será el descanso para lo eterno: basura que no deja. No hay entierros que florezcan a raíz de pavimento con los valores otros, los que se amasan sin pan ni conciencia. Le atino al destino pero no a encontrar la caleta. Colección encubierta. La pasta cretina pasa por los lados sin verla.  ¿Tendrán memoria los ancestros o padecen de amnesia? Simplemente olvidaron la herencia. Lo detesto a cuatro manos: un fondo sin botella no se llena como coladera. Nadie se traga las gotas mientras las cuenta: se pierde la cuenta o derraman las gotas. No hay tiempo que perder; los paisanos se van a la guerra por andar escogiendo el bando que no les tocaba. Urdieron un plan maquiatropico pero arriaron las velas a la hora del viento: quedo el retromotor sin aliento.  ¡Al abordaje! La única manera de co