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Mostrando entradas de junio, 2017

Tiempos de recelo

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La desconfianza en las instituciones no cede. Las causas comunes no reconocen en la cosa pública  a su representante legítima. El individualismo se asienta en un reiterado sálvese cada quien como pueda y en esas aguas turbias y revueltas florecen los pescadores furtivos que se benefician con la violencia, la corrupción y la impunidad que las cobija. Hilan siete años de bajas en credibilidad / El Economista Decirlo y reconocerlo ya parece folclor, una normalidad discursiva dentro de nuestra anormal democracia. Una nota periodística, de las que no suelen ser noticia porque no es de tanto escándalo (aunque debiera) y sí da vergüenza, da fe de la confesión de parte nada menos que de una institución que debería contar con la primerísima confianza ciudadana.  ¿Plan con maña? Frente a las elecciones presidenciales, si la institución que debería ser garante de la credibilidad democrática no genera confianza, la pregunta lógica es si vale la pena utilizarla.  Dice a la l

Los hombres del negro

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Presentación de las Brigadas de Autodefensa Quintanarroenses / foto Facebook Es imposible sustraerse a las manifestaciones de surrealismo gótico que se presentan en el Caribe azteca maya.  Vestidos de negro, con playeras ajustadas estilo "gózame", un grupo de hombres (para evitar las debilidades de la equidad en un caso de tan seria fortaleza como este) han dado a conocer el surgimiento de las sui géneris Brigadas de Autodefensa quintanarroenses.  Brigadas de vigilancia y de agitada locución acusatoria contra el mal gobierno estatal, se dice. Que no brigadas armadas (por ahora, también se dice). En un primer momento pensé que se trataba de un intento de autodefensa frente al crimen violento, organizado o no, que pulula con intensidad en las calles últimamente, pero no, a ese ni se le menciona. Las relucientes brigadas de agitación verbal pueden convivir perfectamente con ese inconveniente porque, seguramente, no les afecta.  A ver si el doctor

Matan mujeres, simplemente

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  ¿Quién se divierte, se reconforta y luego se desentiende con la muerte de mujeres inocentes? ¿Quién matándolas impunemente? La lista, aunque suene molesto, puede ser larga. Lamentablemente.  En este caso no se trata de un asesino en serie. Lo anticipo. Se refiere, sin mencionarlo de manera explícita, al sistema. A todo ese entramado de complicidades, tanto legaloides como por fuera de la norma, que dejan a las mujeres inermes a merced de un manipuleo perverso que, se dice,  incluye rituales y arrabales. Ese es el verdadero mayor asesino serial de la historia que se descubre escondido y acechante detrás de cada caso individual. Las llamadas muertas de Juárez pasan por aquí porque son las más sonantes de un concierto siniestro, pero no son las únicas muertas a la mala. Ni en la vida real ni en la novela.  ¿Cómo le hace una sociedad para cargar con eso en la conciencia?  Fácil: superandolo con cosas peores. Fosas con cientos de cadaveres por diferentes puntos de la geografía mexicana, p

El "hambre" es canija y la carne posibilidad

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Por: ARMANDO TIBURCIO ROBLES La soledad es reconocida como uno de los principales problemas de la edad adulta avanzada; de la vejez. Atemperarla puede estar a cargo, que duda cabe, de diversos tipos de compañía. Para una mujer sexagenaria no viene mal contratar a un acompañante, escort o prostituto treintañero -para empezar y cuando menos- con el fin de presumir públicamente su compañía, aunque los observadores más suspicaces puedan suponer que, de no ser un familiar conocido, es un ente pagado.  Otra cosa es que la sociedad se haga la desentendida. Después pasa lo que es posible que suceda a puerta cerrada: m ujer vieja también se calienta. El deseo nunca muere.  Para reafirmar la vitalidad sirven los acostones comprados a un amante viril.  La diferencia de edad no es una desgracia para la mujer. Ni siquiera una molestia. Todo lo contrario: la venganza de las mujeres maduras, con relación a los hombres de su misma generación, es que no tienen que pasar por eventuales limitaciones físi

El fontanero Fox y sus pretensiones como pensionista

V a derecho y no se quita… Asegura que se va a encargar de que AMLO no llegue a la Presidencia. Fox se comporta como un payaso pero eso no lo hace necesariamente un estúpido. Payaso es también Brozo el Tenebroso cuya propia carga de críticas y despellejadero de los monos adjuntos al tiene su propio sesgo de preferencias. Ninguno de los dos es imbécil. Valga la comparación, que a ninguno de los dos le habrá de gustar porque son, por definición, antitéticos pero no ilógicos. El primero al natural y el segundo disfrazado, ambos hacen del lenguaje directo, desafiante y provocador una herramienta que puede ser para informar, cuestionar y advertir, pero también para trazar vereda política. La de Fox es más que teledirigida. Sabe muy bien lo que dice y no es precisamente para dañarse a sí mismo, aunque se lleve entre las patas a (la mayoría de) los demás. Los que están en la minoría cómodamente sonríen con su verborrea, simulando sonrojo por pena ajena. Colegas azules y apare

AMLO se juega un volado con la historia.

Los que entienden perfectamente bien (aunque se hagan) el sentido directo del mensaje son los destinatarios. AMLO ha dicho a los jerarcas del PRD que con ellos no va en el 2018. Ni tampoco a la vuelta de la esquina, porque le roban la cartera. Los coloca en la picota a merced de los días que corren pero sobre todo en la perspectiva histórica: son parte de lo mismo que se propone erradicar. La mafia del poder; el pacto de impunidad o cómo se les quiera llamar. Aunque, claro está, en calidad de socios minoritarios o arrejuntados subordinados de los mafiosos predominantes. Si eso no lo entienden o no lo quieren ver quienes claman desaforados por una supuesta  unidad de las izquierdas “para derrotar al sistema” es porque son ilusos, se engañan solos, ven afinidades ideológicas donde no las hay, entienden la política moderna como un manual de geografía, andan en plan malintencionado o de plano… Fiel a sí mismo y a su forma de entender el cambio para México, AMLO rechaza con

Ni aunque Lupe te llames, puta.

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foto Shums Qué raro que me llame Guadalupe  es el resultado de un meticuloso trabajo de periodismo investigativo convertido en novela con carácter. No cabe duda. Al mejor estilo de la evolución de aquellos periodistas norteamericanos conocidos, a principios del siglo pasado, como muckrakers (removedores de estiércol) que ponían en evidencia las miserias de un sistema de poder voraz, mafioso y corrupto. Caso emblemático entonces el de  Upton Sinclair  por ejemplo, o el del italiano  Roberto Saviano con su Gomorra  más recientemente.  De la nota-reportaje en entregas varias, con nombres y apellidos, al texto fabulado de la novela el camino es menos sinuoso en su carga de riesgos: "no quiero que me maten" soltó de repente, con mueca congelada, Myriam Laurini en la presentación del libro. Tenemos los mexicanos demasiados casos frescos en el calendario y en mente como para no entender lo que está diciendo y sintiendo. La novela es contundente. Lacerante. Una especie de crónica,

El ser humano no es malo, es estúpido: Jonas Jonasson

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Uno se acerca al texto y se engancha de inmediato con el título llamativo:  "El abuelo que saltó por la ventana y se largó" . Poco después  tintinea la alarma, al avanzar la lectura, porque algo no va bien. Al final de la misma, la sospecha es confirmación: el abuelo no es abuelo . No puede serlo dado  que ni siquiera es padre. Se lo impidió en la juventud la alteración de su naturaleza reproductiva a mano de un bisturí racista. Es un dato clave de la historia, perfilando lo que la vida fue siempre para Allan Karlsson, el personaje-antihéroe de la novela: un enfrentamiento constante con la adversidad , con la necedad y con la estupidez redundante del ser humano; incluida la propia. La descuidada traducción del título al español confirma la convicción tajante del autor Jonas Jonasson , quien con ello debe sonreír confirmando lo que parece ser uno de los fundamentos para construir sus relatos: " El ser humano no es malo, es estúpido” . Jonasson no escatima en refrendar su