¿Arroz con pollo o con camarón?

Sucedió en Venezuela. En la prisión El Rodeo en el estado de Bolívar. Espectacular. Espeluznante. Un malandrín cayó en la cárcel por violar a una niña de tres años. El resto de los presos no se lo perdonaron. Que estuviera encerrado no les pareció suficiente castigo y decidieron poner a la justicia en sus propias manos. Por el ultraje cometido el personaje fue bautizado como "La Reina del Arroz con Pollo". Lo humillaron, lo vejaron y finalmente lo descuartizaron. Con lujo primitivo. Se dieron el lujo modernista de filmarlo todo. El vídeo subió a YouTube y fue un escándalo mundial. La versión corta ya es de por sí de impacto. La versión completa demasiado fuerte, sólo para ánimos con alta resistencia. Es advertencia.
El asunto ha despertado por lo menos tres temas de debate:
- La absurda discusión sobre aceptar o no si es válido que se tomen represalias justicieras por la libre, decidiendo sobre la vida misma del ajusticiado y justificándolas por la gravedad del daño que éste ha causado. Ingresa al tema de "La Reina del Arroz con Pollo"  y encontrarás comentarios insólitos. Las cárceles dando clases de justicia a las instituciones.
- La conveniencia o no de exhibir abiertamente a todo público imágenes de carnicería humana, mismas que vemos cada vez más en medios impresos y electrónicos a propósito de los violentas acciones del llamado crimen organizado. Destripados, descuartizados, ahorcados y degollados son difundidos sin pudor en un macabro espectáculo para vender noticia y morbo.
- Sobre el mando y el poder real en los centros de reclusión. En las imágenes en cuestión se visualiza a un empistolado siempre dando órdenes al agresor-agraviado. 
El hecho de que este caso de impunidad y de poder de reos esté grabado sirve como muestra de lo que comúnmente no se ve. De lo que realmente sucede en nuestras cárceles.
Viene al caso la prisión de Cancún e el caribe mexicano, en donde son frecuentes las referencias al control interno de las bandas y del cual no se escapan ni las autoridades de la misma. El Alcaide anterior ¡está preso! por  haber sido cómplice cautivo de quienes debía vigilar y después de varios meses de vacante no hay funcionario alguno que se atreva a ocupar su silla. Hasta las autoridades de la ciudad se empeñan para que el penal pase a jurisdicción del gobierno del estado y deshacerse del problema que quema. El reino del hampa dentro y fuera de las rejas. Aunque no aparezca filmado, también se come arroz con camarón. El absurdo de un sistema imposible al que eufemístcamente se le llama de readaptación social.


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