Despertar de un sueño

Tuve un sueño a ojo abierto.

Quise resurgir con ella, renacer en ella.

Cobarde, ambiciosa y lisonjera decidió anclarse a su preferida y cómoda posición más confortable, pasiva, ¡venga, venga!.

Respiro, pienso, hablo, todo lo hago por la herida.

Desde mis cenizas habré de regresar, sin ella, a pesar de ella.

El dolor me inspira, el rencor me mueve.

Seré grande con el alma envilecida.






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