Entender la cuadratura

Para entender, para entenderla, para entenderme, para entendernos.

Nunca estuvo conmigo, estuvo con lo que yo representaba y cuando, a sus ojos, dejé de representar lo que representaba, pos (dijera el filósofo de Güemes), ...pos ya no estuvo. Se fue.

Me costó mucho trabajo asimilar ésto a fondo, al detalle. Su proceso de distanciamiento y aquel doloroso "ya no te admiro", lo asocié desde un principio a mi pérdida de recursos, de apoyos y de poder, sobre todo de poder. Y sí, tiene que ver con eso, pero no es únicamente eso. Lo traté de resumir en una expresión pero no supe hacerlo. Utilicé un par de frases desafortunadas que terminaron diciendo lo que no pretendía decir: que para tener su amor depende del dinero. No, no es eso. Es injusto. Jamás lo he pensado así. Jamás la he creído así. No la amaría como la amo.Y tiene razón, quien ama no insulta ni lastima. Sincera e infinitamente lo lamento.

Lo que si creo y comprendo mejor ahora es que para su propia identificación e identidad social, grupal, de círculo afectivo, de filias y amistades para ella es extremadamente importante el rango, es estatus, el abolengo, el origen, el nombre, la imagen pública o el poder (en todos sus sentidos) de con quién ella esté: es muy característico de un  medio social cerrado, conservador y anticuado. Siempre creí que eso no era parte de sus intereses, que no le importaba, pero ya está visto que sí y muy profundamente. Por sus fugas cíclicas de ese medio y por su actitud crítica pensé que estaba al margen de esos imperativos sociales, pero no es así, en realidad se iba cuando sentía que no la aceptaban como quería y también se fugaba de una circunstancia y una presión más personal, más familiar, que no le permitía ser y con la cual ahora se está reconciliando para poder acceder a los otros objetivos y reconocimientos sociales en los que siempre ha creído y ha necesitado. Y por una nueva circunstancia general, siente que ahora es su oportunidad para lograrlo. Y actúa. Ahí es dónde ya no le sirvo, le estorbo porque en el medio que le interesa yo no represento nada. Por eso fue aquella frase que yo no comprendía de "ya es lo mismo si estás o no estás". Por eso sus enojos al hablar conmigo y escucharme, porque no encontraba en donde encajar una compañía que localmente ya no es lo que era y que no cabe en lo que quiere. No me necesita a mi, necesita lo que yo representaba y por ello ahora estará vinculándose a quien lo pueda representar, en cualquiera de sus expresiones.

No quiere decir que en lo personal no me valorara o no me quisiera. Pero eran sentimientos vinculados necesariamente al valor del personaje, no tanto por la persona. Porque como persona pude haber sido tan contradictorio, injusto, complejo, intermitente, indeciso y hasta intolerable y a pesar de ello, siendo el personaje, siempre estuvo ahí, aguantó todo, me acompañó incansable, toleró hasta lo indecible, me hizo feliz y reiteradamente pidió "dame más de ti, todo, para siempre". Se lo pedía al personaje. Al poder.

El que tuvo a la que tuvo fue "el Inge" no yo, porque cuando se lo dí todo, la vida, para siempre, sin límites, sin dudas, a morir, ya no era el personaje local, era sólo la persona, al desnudo, tocando fondo para levantar el nuevo vuelo, poniéndole el corazón en las manos ...y lo rechazó. Para irse. Para siempre. Más claro aún: el rechazo definitivo a quedarse conmigo fue la conclusión de un alejamiento silencioso y traicionero que empezó cuando la persona dejaba de ser el personaje. Lo que importaba era "el Inge", no Armando. O en su caso Armando siendo el "Inge". En el nuevo contexto de aspiraciones y ambiciones personales Armando ya no cabe, no cumple el requisito.  En esas condiciones el ser "nadie" no motiva amor, desilusiona. No sé que tan consciente es pero así es. Clarísimo, el calendario no miente. No es asunto de que fuera "demasiado tarde" (¿tarde para que?), es cuestión de poder, de estatus, de imagen, de reconocimiento, de aceptación social. El desgarrado argumento "de aquí soy, aquí me quedo, esto es lo que me gusta (y tu ya no cabes aunque te vengas para acá)" la va a obligar a tratar cumplir con lo que eso le demanda, más allá de sentimientos o a pesar de sus sentimientos, con todo y el dolor que la ruptura, su ruptura, le pudiera estar causando. Prioridades son prioridades. Y su prioridad son los del poder.

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