No habrá ahora cambio en el PRD

Tomo al vuelo el tema de la sucesión de la directiva nacional del PRD en el momento mismo en el que se lleva a cabo el Consejo Nacional electivo para tal efecto y porque fue asunto de la anterior aportación a este espacio, suspendidas de improviso por voluntad ajena.

La solicitud de licencia de AMLO al PRD no tuvo los efectos que él esperaba. No logró, ni de lejos, aislar a la dirigencia de Jesús Ortega ni tampoco impedir que se lleve a cabo, con un aceptable grado de expectativa, la consulta relativa a la posible alianza con el PAN en el Edomex. No había en ese momento ninguna intensión real de promover la deserción y la ruptura. La intención primaria era polarizar e inclinar al partido (lo cual debería ser a los Consejeros Nacionales) a favor de nombrar a un nuevo dirigente nacional proclive a su persona y a su candidatura presidencial. Obtuvo impacto mediático abundante, sin embargo, ya una señal desfavorable para ese intento fue que Consejo Estatal del Edomex aprovó efectuar la consulta mencionada con una abrumadora mayoría superior al 80% de sus miembros. 

Con el rechazo por parte de Lázaro Cárdenas Batel de hacer la vez de candidato de consenso para la presidencia del partido se agotó la posibilidad de llegar a esta fecha con un punto de equilibrio. Inexistente otra propuesta aceptada por todas las partes, la inscripción de casi una decena de aspirantes al cargo no podía evitar la polarización extrema de las dos  fuerzas orgánicas que mayoritariamente y como ejes se confrontan en el partido. El intento de última hora por parte de Ebrard para impulsar a Armando Rios Pinter (de importante experiencia pública pero sonoramente desconocido en el interior del partido) como "cuña intermedia" para mediar un acuerdo, resultó absolutamente forzada y fallida. Inaceptable para todos.

Así, la única posibilidad real de haber llegado a este Consejo Electivo en circunstancias que evitara los roses y la confrontación habría surgido de un acuerdo político entre Nueva Izquierda (NI) de los Chuchos con la (IDN) Izquierda Democrática Nacional de Bejarano y Paderna. En otros momentos ese tipo de acuerdo ha sido posible y ha dado estabilidad interna. Pero no es ahora el caso. Aunque el debate se ha revestido con la controversia por la eventualidad de una alianza con el PAN en el Edomex, el posicionamiento de las partes tienen más que ver con la definición de la próxima candidatura presidencial. Ebrar o AMLO, eso es lo que casi se estaría resolviendo desde ahora. El amasiato político formal entre Ebrard y AMLO ha llegado a su final.

"Ebrard sería mejor candidato presidencial que López Obrador" habría declarado Jesús Zambrano hoy mismo. ¿Más claro?. Para AMLO, a su vez, Zambrano sería un dirigente absolutamente inaceptable. 

Aunque, a la hora, no parece que alguno de los bloques tenga claramente una mayoría calificada de dos terceras partes (necesarias) de los Consejeros para obtener un resultado a su favor, si en algún momento sucediera y el Consejo decidiera que Nueva Izquierda se mantenga en la presidencia nacional, estaremos presenciando, en los minutos inmediatos, ahora sí, la ruptura formal y a fondo encabezada por AMLO con su parte del partido. Ese inconveniente lo saben bien los Chuchos y sus aliados. 

Si eventualmente la decisión del Consejo se inclinara por el bloque proclive a AMLO, el liderazgo de los Chuchos quedaría fulminado. En esas condiciones su margen de negociación se esfumaría, la aspiración de obtener como compensación la candidatura a la jefatura de gobierno del DF (por ejemplo) se esfumaría y  la nueva dinámica los pondría atrás de las negociaciones que Ebrard tendría que encabezar frente a AMLO. Ese era el sueño y la intención de López Obrador cuando se les fue a la yugular a Los Chuchos con su amenaza de abandonar al partido y con sus descalificaciones de entreguistas y espurios. Pero le falló. Y hoy noche, el PRD está entrampado para renovar a su dirigencia.

Lo que vamos a ver en las próximas largas horas será un prolongado forcejeo y "round de sombra" que solamente dejará de manera indicativa de qué lado está cada quien y cual bloque tiene la mayoría simple. Seguramente la decisión de quien preside habrá de posponerse para otra fecha.

El asunto será entonces cual deberá ser esa fecha. Si se posterga hasta culminar el período formal que concluye a finales del año, para entonces habrá pasado tanto la consulta del Edomex y la elección misma.   Habrá iniciado también el proceso formal para las elecciones del 2012.

Volvemos entonces al posible escenario en el que una alianza realizada entre PAN y PRD en el Edomex, con un resultado electoral absoluta o relativamente favorable estimularía al bloque que impulsa la candidatura de Marcelo Ebrard.

Pero AMLO no suele aceptar lo que no le conviene, ni tampoco quedarse quieto. La MORENA es su referencia, PT y Convergencia su cobertura y lo que pudiera llevarse del PRD su complemento. La ruptura está en puerta. Es crónica anunciada. Sin embargo,  con una votación indicativa favorable a Los Chuchos hoy, sin hacerla efectiva, la separación podría evitarse en fecha posterior colocando en la presidencia del partido a alguien proclive a Andrés Manuel y compensando a Nueva Izquierda en la candidatura a la Jefatura de Gobierno del DF. Es la apuesta de Carlos Navarrete flotando en la propuesta.

El asunto es que Marcelo Ebrard también juega y eso llevaría el conflicto de la candidatura presidencial hacia principios del próximo año. 

Hay tema necesario a revisar en el futuro de la izquierda electoral para el 2012.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”