Don Filippo

Así le llamo por puro gusto. También podría llamarse Macondo, porque algo así, parecido, debió ver García Márquez parta inspirarse.
Casas de madera con fachadas coloridas; lugar de pescadores y de paseos.
Se llama San Felipe y está en la costas de Yucatán.
Frente a un islote de manglar, su tranquilidad relaja los músculos y su belleza estimula los mejores sentimientos.




Cerca de ahi, la Reserva de la Biosfera de Río Lagartos, conocida por su visita abundante de flamingos hacia mediados de cada año.



Y las sorprendentes salinas de Las Coloradas a unos cuantos kilómetros de distancia


El puente que vemos, de madera, sobre el Rio Lagartos, es inspiración para algunos pescadores furtivos pero preocupación para trabajadores de la salinera.

(esta imagen del Diario de Yucatán)



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