PRD: en Coahuila actúa mientras en Quintana Roo calla

Vuelvo al tema por necesidad y obligación. Sigo sin escuchar una buena razón que justifique el voto de la mayoría de los diputados de la oposición al PRI en favor de la restructuración de la deuda del gobierno del estado.

Los voceros oficiosos se llenan la boca y las teclas con falsos reconocimientos a la supuesta madurez de los diputados. Nada más. No pueden, ni quieren, porque sus intereses y la censura no los dejan, mencionar el daño inmenso que se le está infringiendo a los quintanarroenses.

Se ha ampliado y justificado una desorbitada deuda pública con destino desconocido, hasta ahora inexplicado. Al cabo que ahí luego la pagará el pueblo. Nada más falta que muy pronto los diputados tengan que obedecer una nueva orden para incrementar impuestos.

Por lo pronto la oposición pagará sus propios costos y los réditos. Los diputados inconscientes le pegaron a lo profundo de la bolsa y al futuro de la gente. Le hicieron la tarea gruesa y la más sucia del sexenio a este novel gobierno. Lo que legislativamente venga después serán minucias.  Con sorprendente desvergüenza le refinanciaron al PRI las expectativas para mantener el control y seguir “moviendo el pandero”.

Incluye, desde luego, a la oposición de izquierda. Ya hay quién, justificada y desgraciadamente, se pregunta: ¿Cuál es la diferencia? En estas condiciones de desencanto y desprestigio habrá que ir el próximo año a la elección constitucional federal que incluye la disputa por la Presidencia. ¿Se tomaron un minuto para pensarlo?

Por un hecho similar el PRD en Coahuila acaba de expulsar de sus filas, la semana pasada, a la diputada local Cecilia Yanet Babún Moreno. Votó a favor de reestructurar y encubrir la escandalosa deuda dejada por Humberto Moreira. Si aquí no hacía falta el voto perredista para que el PRI se saliera con la suya, allá menos. Aún así, la dirección estatal del PRD en aquella entidad actuó en congruencia frente a la incongruente. Inicia apenas el proceso estatutario para que la expulsión proceda en todos sus términos, pero no tuvieron duda en delimitar en donde están los puntos y las rayas.

En Quintana Roo los dirigentes estatales del PRD guardan silencio ante el deshonroso acto de sus diputados. Estarán muy entretenidos preparando sus planillas para la elección interna o abriendo la puerta de salida para tomar ruta después de su relevo. El hecho es que ni siquiera opinan. Callan a pesar de haber quedado bochornosamente embarcados en el interesante pero malogrado esfuerzo de coordinación partidaria y de gobiernos municipales no priístas para hacer frente a los chantajes y presiones del gobierno del estado. Que ahora seguramente ríe.

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