Aguila desencantada

La versión oficial de la historia la escriben los vencedores. Es una evidencia que se ha convertido en máxima. Los vencidos también mantienen guardada su propia versión hasta que se les presenta la oportunidad. Y más aún, con los nuevos medios de comunicación y difusión ya la historia puede estar escrita por quien quiera. Nada de eso importa. De todos modos Televisa hará su propia adaptación.

Este domingo Univisión proyectó, hasta culminar, la serie "El Encanto del Aguila", recuento corto de la Revolución Mexicana, muy publicitada y presentada a cuenta gotas por las noches en el canal de las estrellas. La serie ofrece rasgos y matices interesantes que no solían estar en la versión que el priismo convirtió en oficial. Para hacerla más inteligible se apoya permanente con pies de imagen que resultan convenientes. 

El pedazo de historia patria se cierra en 1928 con la unción presidencial a favor de Emilio Portes Gil por parte de Plutarco Elias Calles, el inicio del Maximato, -después del asesinato de Alvaro Obregón-, en una escena que inevitablemente recuerda aquella del besa manos y posterior cierre de puertas en el final de la primera parte de El Padrino. 

Y entonces la sorpresa. Aparece un texto en el que se sobresalta que a partir de entonces se acabaron los conflictos entre caudillos juntándolos a todos en un mismo partido (solo para recordar diremos que fueron PNR, PRM y PRI), que se le dio institucionalidad a la revolución y paz al país. Y que los beneficios derivados y la estabilidad perduran hasta nuestros días. Una vez más, apología del régimen de la revolución hecha gobierno, como si todo siguiera igual. 

No dejo de preguntarme a que se debe semejante aberración. ¿Que pretende Televisa? Como si no hubiera sucedido nada en los últimos 30 años. Cómo si los propios priístas no se hubieran encargado de darle vuelta a la página y cerrar la llamada etapa postrevolucionaria con los cambios constitucionales, legales e institucionales de este tiempo. Es más, como si los priístas no se hubieran ido ya del gobierno federal desde hace casi 12 años, sustituidos por uno de sus contendientes históricos. 

Si quieren decir que hay una línea de continuidad a pesar de todos esos cambios, mienten. Aunque se mantengan las instituciones e incluso las prácticas y mañas priístas, los elementos esenciales que le dan sustento a la república ya no son los mismos. Esa es parte de la crisis que vivimos y no se han encontrado los canales pacíficos de solución. El gobierno del PAN no supo que hacer (o hizo lo que quiso) con los festejos de un centenario con héroes y mártires que no forman parte de su santoral ni de su calendario. ¿O qué cosa fue ese simplón desfile de carros alegóricos con un intento de fiesta pública que no llegó ni a carnaval?.

Si lo que están haciendo es la alegoría del PRI, porque "ahí viene de regreso" y le quieren reasignar ese pedazo de historia, su historia madre, como justificación, es un brinco de lo grotesco a lo irresponsable. Los legítimos herederos de la revolución sólo estaban de vacaciones. El águila debe de estar desencantada.

Afortunadamente, como se reconoce en el exterior, el mexicano es un pueblo que machaca neciamente sobre su propia memoria y seguramente no habrá de olvidarse de la reciente, de los últimos 30 años. Por ejemplo, no pasará al olvido que fueron los propios priístas quienes acabaron con el estado de beneficios sociales. Ni se olvidará que Fox mochó al águila, en uno de sus tantos arranques de frivolidad.

Historia sí, como referencia. Pero no hay vuelta de regreso al pasado.




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