La Isla de la Pasión

No de cualquier hecho heroico se hace un himno. No a todo héroe se le escriben sus coplas o sus corridos. Mucho menos si no son conocidos. Aquí hay una historia de esas. Un pedacito de historia patria marginal. De una necedad. De un absurdo. Una novela.

Tendría que venir la extraordinaria escritora colombiana Laura Restrepo para sacar del olvido a unos curiosos personajes sumidos en el mar hasta las rodillas en medio de la nada. Agua por todos lados, por dentro y por fuera. La isla de Clipperton. La isla de la pasión. Podría también ser la isla de la soledad o de la fantasía. La isla del guano para el alemán. La isla de nadie. La isla de ellos.

Si del porfiriato se cuentan anécdotas esta debería ser una de las principales. Mandar a una famélica partida de militares a custodiar una isla solitaria para luego dejarlos abandonados a la buena de una revolución furibunda que no los conoce. En la más absoluta de las libertades, que es nada. A la buena de su muy personal resistencia. Mujeres y hombres. Niños de por medio. Valor y odio. Naturaleza humana.

Un relato conmovedor. De valores y temores. De amor y sobrevivencia. Un trozo de historia nuestra, de todos, fuera de los libro de texto.

(La Isla de la Pasión, Laura Restrepo, Ed. Alfaguara, México, 1989 <3a reimpresión 2006>)

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