Mensaje con Secretario a la cocoa

La acusación no es cualquier cosa. Porque no es sólo un comentario, un reconocimiento republicano de la derrota o un simple berrinche, es una acusación. En la voz de Cocoa no suena menos grave. La ha dicho con todas palabras y con cobertura nacional: si Vallejo llega a asumir la gubernatura de Michoacán, le pido que combata a los criminales, quienes fueron un factor parcial para obtener su triunfo y que seguramente después vendrán a cobrarle la factura.

Lo dice una excandidata a gobernadora, casualmente hermana del Presidente de la República. Está reiterando (lo ha mencionado en estos días) que el resultado electoral hasta ahora oficialmente reconocido tiene sabor amargo a crimen organizado. A narcoelección con favores del PRI. Está diciendo que, en realidad, ganó el narco. Y está pidiendo que ahora no se instaure un narcoestado.

Y si es cierto lo que dice, le está pidiendo peras al olmo. Un acuerdo mafioso como el que denuncia estaría anclado en comprometedoras complicidades que no se desenganchan con llamadas a misa.

Vamos a ver cómo reacciona el PRI porque el dicho puede contaminar toda la contienda electoral hasta el próximo año. Si sólo es un recurso propagandístico para descalificar a los contendientes el PAN estaría desencadenando un juego muy peligroso que invita a la intervención de actores que no le van a contestar sólo con votos en contra. Eso es patear el avispero en una fiesta de niños. Y si hay pruebas del dicho, más vale que procedan legalmente, bien y a tiempo. Tienen la responsabilidad y la obligación de atajar la propagación del cáncer hacia al resto de las urnas en todo el país.

Calderón tuvo un doble descalabro casi simultáneo: perdió al jefe político del gabinete y perdió Michoacán a pesar de la elección de estado que éste montó. Lo sustituye con quien ha estado desde hace tiempo vinculado y ahora encargado de los temas de inteligencia y seguridad nacional. Más sobre lo mismo a pesar de que lo que viene es una elección presidencial. Al mismo tiempo suelta la acusación enrarecida por medio de su hermana. Ambos hechos suenan a un mismo mensaje o respuesta con destinatarios específicos. Y para quien quiera entenderlo. Hasta podríamos pensar, entonces, que la desaparición del Secretario de Gobernación no fue un mero accidente. Aunque uno no quiera lo hacen sospechosista.


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