Confidence


Doce. Traigo 12 como puente colgante.
Como transición entre el baño cáustico y el delirio.
Se fracturan las palabras. Desaparece el adjetivo.
Juegan su partida doble las voces dulces sobre cama agria.
La tensión suena a toda hora en múltiples modalidades.
Dependiendo del tono es la respuesta.
¡No hay para ti, Fango Largo!,
en el fondo y en la superficie te detesta.
Suena la confirmación, ruido en el vacío, la condena.

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