Dialéctica de la simulación múltiple

Pregunta Fango Largo si aquello de la negación de la negación realmente da como resultado una afirmación verdadera. Respondo que así lo aprendí, así me lo enseñaron: es una de las leyes básicas de la dialéctica. Se complementa con la unión y lucha de los contrarios. 
Me cuestiona, entonces, si responder al engaño con un engaño, simular frente a la simulación, es un signo positivo para el entendimiento o termina siendo sólo una retorcida perversión de doble vía.
No alcanzo a comprenderlo. Se lo digo.
Me lo pone así:
"Yo quiero conocer tu verdad verdadera. Dudo porque la duda es la madre del buen saber y del mejor estar. Resolverla es lo mejor. Las respuestas correctas engendran ciencia, sabiduría, emociones fluidas y vínculos eternos. Necesito tu verdad. Te motivo por eso, sólo por eso, inquisidor para que me la digas. Tu te enfadas, reaccionas surcando los linderos de la rabia. Ganas tiempo con el silencio. Y después reapareces ratificándome tu amistad, tus mejores sentimientos hacia mi. Me dices lo que tu crees que yo quiero escuchar. Lo que en bárbaro significa "endulzar el oído". Me tratas de adornar el sentimiento para que no te fastidie en el entendimiento. No respondes. Callas. Sin solución para la duda. Simulas. 
De las opciones que tengo me decido por seguirte en ese viaje, darte por el mismo lado, simular frente a tu simulación que me hace feliz saberte aquí aunque te niegues a realmente estar. Como que no pasó nada. Como si las preguntas hayan sido un sueño, desde el acantilado, para que se las llevara el viento. ¡Y ya!. Sigamos haciendo como que aramos juntos. Pero yo no te creo y hago como que te creo. Tu sientes que ya la libraste. Te quitaste el peso y la presión de dar respuesta a lo básico, a lo obvio, a lo que ha estado oculto y a la vez evidente. Evades reconocerlo. Te puedes tranquilizar pero no te creo. Vamos juntos. Juntos. Y así seguimos...
¿No es acaso eso una perversión nada divertida?. Unión de los contrarios negándose mutuamente y aceptándose utilizando el engaño como adhesivo para mantenerse."
No logro emitir una opinión a la primera. Se me ocurre llamarlo absurdo pero me niego a pronunciarlo. Después de unos momentos sólo alcanzo a decir: tal vez sea un peculiar acto de amor sincero.
Fango Largo gira sobre su propio eje. Si acaso está indignado o sorprendido por mi comentario no me lo dice ni me lo demuestra. Veo una espalda que se encorva. Pies que se arrastran a paso corto. A fuego lento. Y antes de que pueda dejar de oírlo, Fango gira su rostro hacia mí y notoriamente se llena la boca de palabras que nunca expulsa. No sabré lo que iba a decirme. Sólo me quedo con su mirada que a gritos dijo su verdad. Angustia.



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