Por ti


Hoy, tanto Fango como Suerte están ausentes. De descanso obligatorio. Incapacitados tal vez. Viajando de vacaciones. Habrán ido a escuchar a la intrusa voz del misterio o quizá para hacer compañía al solitario intrínseco. Lo que sea. Silenciosos escudándose en el miedo. Pero no aquí. No estarán. 
Entonces el mensaje tendrá que ir directo. Ahora si es. Va directo. Personalizado. Aunque los temporales del mal corten el teléfono. Aunque suspendan el internet. Aunque haga frío.
Nada, ni la ausencia, va a impedir que te ame y que te lo diga. Basta con que lleguen las vibras de onda corta y larga. Las señales de humo. Todos los besos...
¿Y el extraviado?
Debe de estar palpitando por ahi, como loquito, hinchadísimo, ese corazón. El que tienes secuestrado. Por ti.

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