Rebautizado

Un pubis sentimental me ha llamado, con acierto, decadente. Me renombraré a partir de ahora: DK Dente. Antes creía sere el señor sin cabeza, DS Articulado. Será más actual DK Dente. 

La frase en cuestión tiene razón suficiente: "No es locura, sólo demasiada fe en alguien en decadencia :(" 

Un sentimiento profundo. Aunque le cause tristeza. Es verdaderamente romántico y estremecedor decidir mantenerse al lado de "alguien" solo por !fe! en pleno trance de su ocaso. ¿Que expectativas puede generar alguien que está en su caída? ¿Qué esperanza? ¿Cuál será su milagro?. La fe es ciega, sinrazón, descerebrada, por lo que un hecho así raya en el misticismo y en la pureza del alma. Sorpresa sobre sorpresa que llega hasta aquí, en este espacio, donde se trata de sobrevivir haciendo morir lo que sea, sobre todo la fe y la esperanza en una humanidad miserable, criminal, absurda y convenenciera. 

Suficiente es el desafío y la motivación para decidirme a cambiar no sólo el nombre sino también el del blog: La Pluma y la Daga. Porque son éstos los instrumentos que necesito para seguir siendo creativo y ocurrente. En plena decadencia. Para el corte y recorte. Para hacer fluir tinta, savia, saliva, sudor, semen y sangre. Combustibles de la vida.

Mientras la mente no desfallezca seré digna y orgullosamente decadente. Hasta el último empujón de la daga. Hasta que se sequen los fluidos. La tinta y la sangre.


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