Mirando a la luz


Cargo con pena y dolor la pérdida de una brújula de antaño.
Oscilaciones de estupor, aguamarinas, dulces de punto, aguardiente, un predicador, colillas de cigarros, el volante, multitud de querencias y desencantos.
Cúmulo de gotas valientes, brillantina centellando. Aglomera el calor sobre el filo del hacha. Destierro voluntario. Cuña bamboleante del ambiente, del aire diferente. Iluminación sin frontera, ni sombra ni engaño.
Cada quien su sobriedad estoica. Cada cual su continente. Que no abrume ese dolor aunque vaya cegando.
Que reviente.


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