PAN sin vocación de poder

Y finalmente fue que si la dejaron sola.

Seguramente tienen razón quienes dicen que el mal resultado electoral de Josefina Vázquez Mota se debe principalmente a que era una mala candidata. Alcanzó a movilizar al voto duro panista pero no concitó la  motivación ciudadana a pesar de ser su pretención. 

Pero también es cierto que era la abanderada del partido con el poder presidencial. El poder del Estado que tenía la posibilidad de hacer los amarres políticos con los poderes fácticos, replicar electoralmente el ejercicio mismo del gobierno y hacer uso de otras herramientas más. Eso era, por lo menos, lo que yo esperaba.

Los panistas expusieron a dos mujeres en un extraño sacrificio a cielo abierto. Primero en Michoacán a la hermana Cocoa del Presidente y luego a Josefina. Ofrendaron su corazón a los buitres en el altar de una supuesta democracia. Sutil misoginia de derecha encubierta con adoraciones de cultura prehispánica.

Se dirá que fueron fieles a sí mismos y a su historia. Que como demócratas se ajustaron estrictamente al ejercicio pulcro de la democracia: dejar en libre flotación a las fuerzas reales de la política. La realidad ha sido más fuerte que sus creencias. Así no fue la cosa. Puro autoengaño. Voces lastimadas de los propios panistas reconocen que no existió equidad en la competencia: que las cartas estuvieron sobremarcadas a favor del PRI por las encuestas, el dinero publicitario en exceso, los medios masivos de comunicación, la compra grosera del voto, etc. El problema de fondo no está en el conteo voto por voto sino en el cómo llegaron éstos a las urnas.

Los poderes fácticos, consorcios de los medios por delante, pudieron más que el poder del Estado.

¿Son el verdadero poder en el trono? ¿Los panistas en el poder se mantuvieron deliberadamente al margen porque nunca han dejado de ser sus subordinados y se disciplinaron sabedores de que en esta ocasión no fueron los elegidos de los que mandan? ¿Como es eso de que reconocen que las elecciones las "ganó" el PRI a billetazos pero de todos modos aceptarán el resultado? ¿Los poderes fácticos incluyen al crimen organizado?

En otros tiempos se decía que a pesar de su enjundiosa lucha por abrir el juego democrático en México el PAN era un partido sin vocación de poder. Sus avances electorales y el foxazo que los llevó a la Presidencia nublaron la creencia en el supuesto. Hoy no hay duda.