La Chumina


Debido a esos viajes extraviados de la mente, repentina llegó a mi cabeza la palabra “chumina”. Tras de ella arribó inmediata la sonrisa. La Chumina era una mula de carga en el pueblo sonorense de mi madre. No tuve el gusto, pero lo sé por reiteradas referencias y por una fotografía. Algunos años después, una vez trasladada la familia (grande como las de antes) a la ciudad, La Chumina fue el nombre dado a la perra guardiana de la casa. Me vagan recuerdos de infancia.

Muchos, pero muchos años se ha guardado en el olvido y por alguna extraña razón he recordado ahora la palabra. Chumina. Curioso, primero ha llegado ella y después mis asociaciones en la memoria. Para mí no ha significado más que una palabra como indefinido nombre que identifica a un animal. Mula o perra. Voy a buscarla.

En el tumba burros impreso no la encuentro, desde luego. En internet está la varianza estadística.

En Guatemala, chumina es una palabra con doble sentido: quiere decir chamarra, chaqueta o rompevientos (chumpa también le llaman a esta pieza de vestir en ese país y en otros del centro y sur de América), pero también tiene el significado de señalamiento despectivo para referirse a la mujer indígena guatemalteca.

No sé en qué sentido es lo despectivo mas supongo, para no variar, que lo es por mujer y por indígena. Un término machista, clasista y racista.

Encuentro un blog atractivo: Diarios de una Chumina, que se subtitula “Meditaciones de una lencha y bocados de momentos fascinantes de la vida”. Me queda claro por dónde va, pero por si no lo estuviera, la autora que se identifica como Chuminis y se ubica en Yucatán, lo precisa: “Escribo cosas de lesbianas. Que no cunda el pánico, juro por Lorena Ochoa que mi drama es súper relax. De mi cursilería no puedo decir lo mismo.” Lo he revisado. Muy personal y creativo. Recomendable. Ya está en mis Favoritos para visitarlo de vez en vez.

Entonces, ¿esta acepción de chumina puede aceptarse como lesbiana? Eso parece.

En algunas regiones de España la palabra se usa acentuada, chuminá, para referirse a objetos o cosas sin importancia, o para alguien que hace o dice tonterías. Por ejemplo: “No digas más chuminás”.

Y de la misma España surgen, ¡Oh, maravilla!, unos videos de quien se hace llamar Chumina Power. Un trasvesti que se presenta en antros gays, cantando y bailando covers de canciones famosas, con vestuarios muy llamativos. Por lo que se ve, un personaje muy conocido en el medio de la localidad. Se atrevió a lanzar un CD con su propia voz y mala fortuna. Lo suyo es la noche, tablado, cabello rubio y faldas coloridas.

Aquí está con “Todos me miran” de Gloria Trevi. Presentada por fennix79 que fue quien subió el video en 2009: “La inigualable Chumina Power interpretando lo que se ha convertido en todo un himno gay en España. Muchas lo han hecho pero, como siempre, ella fue la primera”.




 ¿O preferís a Chumina Stafa con su peculiar Mensaje Navideño?




No lo imaginaba. No es nombre neutro, ni insignificancia ni tontería. No lleva acento. La Chumina lastima a la mujer indígena, reivindica a las lesbianas y se lanza buscando el estrellato gay en la farándula y la vida nocturna.

¡Quién lo iba a decir! Una mula y una perra. Las chuminas originales ligadas a mi vida. Nunca escuché a los adultos de entonces hacer algún comentario sobre sus íntimas preferencias. Ni de ellos ni de las chuminas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”