Niña de piedra
La nena ha hecho su parte. La mejor parte. No importa que la llamen morena o wera fea. Se rebela. Autóctona pero no de abolengo y aún así la quieren pasar por la piedra de los sacrificios como a cualquier princesa.
- ¡Qué va!, lapidarla es lo que quisieran.
Resiste con entereza, fiel a sí misma. Cargando cada día la vida como una enorme roca. Entre moles calcáreas y cabezas de piedra.
La nena ha hecho su parte. No se quiebra, se respeta. Justo es que sus dioses paganos le paguen la recompensa.
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