Reportaje a la altura de la histeria

Desde la más increíble puerta imaginada que te permite entrar al centro mismo de la hoguera.

Los troncos danzan crujientes como piezas labradas por las manos de Dalí.  Las luces chispean lanzando coletazos de humo asfixiante que se pega coqueto y renegrido en el hollín de otros recuerdos.

Un asalto incandescente de quimeras.

Desde aquí podemos divisar el gusto excéntrico por el calor de ciertas alimañas. Como el alacrán que se podría picar sólo si quisiera.

Y quiso…

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”