El baile del renaciente

De la monumental moneda correteada con el esmero de la realeza, con alquitrán se limpia.
Quería la fuerza. El empuje hasta perder la conciencia. La conexión no tiene lubricante. No siempre.
Lo que la naturaleza da de voluminosidad lo quita de inteligencia. Hasta que caiga en cuenta.
Torcer el vientre para justificar la falta de proeza. ¿Que otra felicidad que no sea del inconsciente? 
Número desconocido. Viaje sin acompañante. Domicilio perdido a la velocidad de diciembre.
Doncella. 
Vendaval.
Mar del Pacífico con un cero cociente. 
Continente.
Las huidas que vendrán no llegarán de repente. 
Comedia de villanos. 
Vaqueros con solapa y fistol brillante.
Vanidad.
Destellos que vuelven al despertar, Colapso que se ha hecho de deterioros.
De subsidios. De doblegar la voluntad de los otros.
Reverdecer sonriente. Solo pueden bailar los que saben los pasos prefabricados. 
El mismo vals que bailan los toros cuando los arrastran.
Los renacientes.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”