Al dinosaurio en cuestión se le debe entender como el populismo-nacionalista-autoritario ; la autoridad de los vasallos tradicionalistas y colectivistas. Lo contrario al liberalismo-globalizante-democrático ; el ámbito de los ciudadanos. Es la metáfora que Macario Schettino utiliza en su reciente libro "El dinosaurio disfrazado" (Editado por Ariel, 2023) para analizar, explicar y cuestionar lo que considera el retorno de una forma de ejercer el poder en México, caracterizada por la fuerte autoridad que se concentra en el Presidente de la República. Ofrece una explicación histórica, sociológica y cultural cuyos determinantes se encuentran en el propio país, pero también en el contexto internacional. Dicho eso, se desplaza en la búsqueda de una "solución" que permita evolucionar a México en un sentido moderno, como se entiende en occidente, sin dinosaurios, y es entonces que aparecen algunas dificultades, contradicciones incluídas. El objetivo no es de fácil alcance
Introducción México es el país de frontera para el continente americano en una era de incertidumbre, reacomodos y disputas internacionales que apuntan a configurar un Nuevo Orden Mundial. Hoy esta puesta en cuestión la cosmovisión occidental surgida de la modernidad eurocéntrica del siglo XVI y expandida por el mundo como predominante. Otras visiones y otras culturas, con potencial económico, militar y demográfico, reclaman reconocimiento, aceptación y trato de iguales en el concierto global. En esta compleja y contradictoria dinámica mundial adquieren relevancia los países de frontera los cuales, por su ubicación geográfica, desarrollo económico, capacidad de interacción diplomática flexible y sólidas raices culturales ancestrales, tienen la posibilidad (y la responsabilidad) de jugar el papel de bisagra entre la cultura occidental cuestionada y las culturas tradicionales-originarias que reclaman el reconocimiento de la composición plural del mundo y, por lo tanto, la conformaci
“Como yo sostuve desde el principio, yo apoyo a Claudia Sheinbaum”. (AMLO en su conferencia mañanera del jueves 7 de septiembre, 2023). En efecto, el presidente López Obrador siempre dejo en claro que Claudia era su candidata para sucederlo. Sin decirlo textual o literalmente, mando todas las señales necesarias con sobrada anticipación. Especialmente a partir de que soltó el juego de la sucesión presidencial, una vez transcurridas las elecciones federales intermedias del 2021. Siempre le levanto la mano, la señaló y mostró con énfasis como la ungida, la mencionó reiteradamente y la tuvo a un lado en eventos y momentos nada convencionales. A partir de ello se instaló en el imaginario público la percepción de que era su preferida. Tuvo el efecto de la transmisión de la herencia que a la gente no se le escapó. A los ojos públicos, el complemento para afianzar esa percepción lo pusieron los medios de comunicación, los críticos del gobierno y hasta los políticos opositores quienes repi
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