Mujer prestada

Toma eso que llamas felicidad entre las manos y dale cuerda con la manivela. Serán las noches sin luz las que se encarguen de desmadejarla, de triturar el alambre inútil, de volver a rebobinarla.
No es el tamaño del agujero lo que envilece el alma: es el cinismo convenenciero por compartir la cama...
...sin consultar el manual para abandonarla.

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