Caleidoscopio

Lúgubre la noche. La composición ambiental manda obuses desconcertantes. Vapores de tabaco y alcoholes bajo sospecha. Lucesitas variadas desafinadas. El acecho de los mustios sobre su presa es implacable. Black black para los conocedores. Amigas del reflejo sin los faldones. La belleza de los inocentes confunde para que nadie investigue sobre la capacidad destructiva que se engendra bajo el juego de los desertores. 
¿Cuál es el grado de incertidumbre? El mismo que se presenta al observar la vida de los demás porque la exponen voluntariamente en los reflectores. La representación de la mascarada se altera al contacto con la mirada sin ser necesario que alguien diga "me gusta". La teoría no falla, se complementa. La mecánica cuántica aguanta.





Nadie se sorprende cuando las figuras desplegadas en un plano focal e incomunicado se superponen formando imágenes caprichosas susceptibles de ser alteradas por la imaginación. Dependerán de los giros  de ambas manos para su permanencia. Su sobrevivencia efímera se cuantifica en un suspiro si los contornos se descomponen a gritos de placer.
Noche obscura. La vanidad se materializa entre dos ojos que no aciertan a diseñar dónde poner la mirada.
Juguemos a ser campeones.



Comentarios

Entradas populares de este blog

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

Sobre el dinosaurio camaleón

No hubo “corcholatas”