Coliflor
Nomás se nubla tantito y de volada la Col y la Flor corren a buscar cobijo, reclaman calor y tejen su nido en las axilas del escondrijo. Mientras, la araña se atormenta entre las patas de la cama vacía. Es como pasar insistente el cepillo dental entre los caninos para que los vecinos descontentos griten al unísono: "ya ni la amuelan".
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