El hombre en la silla


"Nunca es demasiado tarde" se llama la película para la secuencia latina. Nunca aunque no pague: es la vida misma hasta que se acabe.
Una de cine.
La denuncia no es mala idea pero lo viejo pierde. El dinero hace lo que puede y todo lo puede, a pesar de las malas vibras y los sabotajes.
Lo viejo duele y por eso se abandona. Se venera de los dientes para afuera.
Tampoco gana la rebeldía en las calles aunque esté llena de sabiduría y valiosas remembranzas inciertas de la cinefilia.
Como si la lección, por conocida, aún fuera necesaria.
La actuación de Plummer, impecable. Y no solo la suya... protagoniza la nostalgia que siempre viene bien en dosis adecuadas.





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