El peor de la manada
El cometa ISON, también bautizado "el cometa del siglo", se ha destruido al pasar cerca del Sol el pasado 28 de noviembre. No habrá, entonces, estrella de Belén para esta temporada. Sin embargo, se espera que sus fragmentos se acerquen a la atmósfera de la Tierra intensificando en los próximos días la actividad meteórica, permitiendo observar llamaradas brillantes en el cielo.
Enterados del hecho, la banda de gatos del barrio han decidido identificar, primeros que nadie, a esas estelas luminosas buscando que la ciencia las reconozca con su nombre: "Las colas de luz de los gatos del barrio". Para el caso han comisionado al gato más valiente y feroz, al peor y más malo de todos, para apostarse de inicio en el lugar estratégico desde donde todo se mira hacia el firmamento. Habrá guardias y turnos, desde luego. No quieren dejar de mirar ni un segundo para que en el instante preciso puedan dar el maullido de aviso que los haga merecedores del reconocimiento.
El gato feroz no ha querido bajarse. Ni para comer ni para reposar. Ni cuando se hace de día. Jornadas han pasado y todo es silencio. Sospechas genera: dudan sus congéneres del barrio que aquel quiera adjudicarse los méritos para el solo.
Eso creían.
Cansado de la espera y saturado de intriga, el colega más perspicaz tomó la iniciativa y se aventuró a acercarse, en silencio, una noche de poca luna y después de la lluvia. El cielo se había despejado bravío de todas las nubes. Clareaba el espectro estelar como cristal de telescopio recién pulido. Cuando tuvo al gato feroz al alcance iba a preguntar, pero detuvo el impulso al observar que su ángulo de visión le permitía sorprenderse por la admiración de una mirada de aquellos ojos claros y centelleantes totalmente fija en la frágil uña blanca que del cielo colgaba rodeada de estrellas. Un pedazo de luna que invitaba a jugar para que no la alcances.
Escuchó un tanto aturdido, salida de la nada, silencio aparte, la frase sorpresa: "si tan sólo con una de mis garras pudiera tocarte".
Entonces lo comprendió todo.
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