Murciélago que pelea la cena


No moriré entre las alas del murciélago ni lo miraré a los ojos para que me denuncie, por mucho que se empeñe en compartir sus excrecencias. Los árboles de la noche lo protejan.
Este NO es una negación consciente y condescendiente en una noche de luna llena: que la carpa inexistente me acoja.
No cejare, murciélago, de la cena.


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