Tuya tu pequeña

Así, mero como es: el énfasis con candor en el eje de tus antojos incendiarios.
Se quema sin virtud por exceso de gozo.

Me sonrojo.

Las afluencias son vendavales en el torrente que tiene su manantial cerrados los ojos.

El grito ahogado quiere silenciar: se escuda para no salir de los contornos de la comarca.

Se escucha cuadra por cuadra.

Tuya tu pequeña.

Te da para el merecer el consejo de las mejores ganas porque las provocas.

Labios de grana: cometa de amaneceres que desvanece a la gravedad y al tiempo.

Tuya tu pequeña.

Se dispara al viento para que se alimenten los caldos de cultivo con los microorganismos que le dan sabor al cuento.

Bulla con aroma genuino: el reticular festejo de las ordeñanzas.

Pinchazo convencional para el agregado que vence al sueño.

Tuya tu pequeña.

Convócala con el nombre vulgar: palabra que se dice baja y que se pide a gritos para resoplar al unísono la exigencia de que regrese el juego.

Tuya tu pequeña: quisiera volar cuando en tu poder la siento.


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