Manual del perfecto intervencionista

DE COMO EL IMPERIO ARMA EL ROMPECABEZAS PARA SEMBRARLE UNA "GUERRA ENCUBIERTA" A LOS GOBIERNOS DE LOS PAÍSES QUE LO INCOMODAN EN EL TRASPATIO

Circular de entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título “La Guerra no Convencional” 

El documento sintetiza las experiencias militares de Estados Unidos y cita a países donde aplicó “operaciones con un mínimo de participación para presionar a un adversario”: los Estados Bálticos (Estonia, Lituania y Letonia), Guatemala, Albania, Tíbet, Indonesia, Cuba, Norte de Vietnam, Afganistán, Nicaragua.
Fundaciones, financiamientos, equipamientos, adiestramientos, mercenarios, manipulación; y mucha persuasión a través de los medios de comunicación, son algunas de las técnicas utilizadas por el Departamento de Estado, para socavar las bases de los gobiernos legítimos del mundo que no se arrodillan ante los designios del quizás, más cruel, imperio de todos los tiempos de la humanidad, escribió el Dr. Christof Lehmann cuando analizó y comprobó la aplicación de estas técnicas en Siria, cuyo conflicto está en curso. 
La guerra encubierta o no convencional por parte del Imperio conjuga una red de think tanks, fundaciones, fondos, y demás organizaciones que están detrás de la desestabilización abierta de naciones soberanas.

Sus narrativas en las políticas públicas o para el consumo público son engañosas y persuasivas. Su función es cooptar a los pensadores progresistas, medios de comunicación y activistas. El producto es casi invariablemente un post-moderno golpe de Estado.

La participación de organizaciones de derechos humanos y las Naciones Unidas son claves. Las tácticas pueden ser sutiles, a veces tanto, que son difíciles de comprender. Sin embargo, por sutiles que sean, el mensaje dirigido por el gobierno por Estados Unidos es, invariablemente: "irse o desaparecer".

Se trata, a no dudar, de una guía paso a paso hacia una subversión e instruye en cómo crear, manipular, cooptar y hacer uso de la población de los países y las personas con especial interés en el 

interior, así como los expatriados y las organizaciones, tanto dentro como fuera del país en cuestión.

A partir de la manipulación de la disidencia en las manifestaciones, la polarización de la población, los disturbios y las insurgencias armadas que requieren la acción de las fuerzas de seguridad, y la guerra psicológica a través de los medios de comunicación, está plasmada una secuencia lógica, para una guerra a gran escala, basada en supuestos principios humanitarios y el pretexto de llevar la democracia y la libertad.

Ello queda evidenciado al definir la UW (Guerra no Convencional) como las actividades llevadas a cabo para permitir un movimiento de resistencia o insurgencia para coaccionar, perturbar o derrocar un gobierno o potencia ocupante al operar a través o con una fuerza subterránea, auxiliar y de guerrilla en una zona inaccesible. Asimismo, se constata en las siete fases combinadas dirigidas a 

agencias del gobierno de EE.UU. y sus contratistas.

En las operaciones llevadas a cabo durante la guerra de las fuerzas especiales no convencionales, 

junto con sus socios civiles, operan en términos tales como: "La viabilidad de los Estados Unidos de patrocinio", así como que el patrocinio es factible si existen "condiciones físicas y ambientales".

Las acciones se dirigen a debilitar y subvertir la "voluntad de la población", o a cómo identificar el activismo del gobierno a favor y en contra, desacreditar, debilitar, provocar y asesinar a las fuerzas pro-gubernamentales, y fortalecer las fuerzas contra el gobierno mediante la capacitación, organización, financiamiento, armamento y si es necesario, el apoyo militar directo en forma de unidades de operaciones especiales en el terreno. También queda explicado cómo un país poco a poco puede ser manipulado en una subversión con éxito, o posterior golpe de Estado.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”