Lo cortes no quita lo priísta

Que falta de cortesía: voceros del PRI se lanzan con vehemencia contra el registro de los tres nuevos partidos. No debieran existir, dicen. No hacen falta, dicen. Van a consumir más presupuesto público, dicen, con esa fobia crónica que tienen los priísta hacia la existencia "del otro". Esos otros que son, piensan y aspiran a algo diferente. Los que quisieran que desaparecieran. Reminiscencias nostálgicas de los tiempos del partido único. 
En apego a la ley se dice que los tres partidos cumplieron los requisitos: eso debiera bastar para reconocer que, aunque sea en el papel, el juego plural funciona; y, como sea que fuera, juntaron el apoyo social suficiente. En términos político-electorales ya dirá la ciudadanía con cuales partidos se quedan y cuales desecha: ahora cada uno deberá obtener por lo menos el tres por ciento (antes el dos) de la votación general para conservar su registro. 
De paso, faltan a la verdad: la bolsa económica para los partidos es una sola y la misma, sólo que ahora se tendrá que repartir entre diez y no entre siete. ¿Será eso lo que realmente les molesta? Las diferencias del reparto vienen después con los porcentajes de las votaciones y esas mayorías las tiene ahora el PRI. ¿De qué, entonces, se quejan? De nada: simple cortina de humo para confundir y para ocultar que tienen en su poder la mayor tajada de un presupuesto multimillonario que la gente se pregunta si es utilizado en algo que valga la pena. Pregunta que llega, desde luego, para todos los invitados a la fiesta. 
Por eso es una falta de respeto que los priístas digan que los nuevos partidos políticos sólo existen porque sus creadores y organizadores lo que buscan es una forma de vida personal para enriquecerse con el presupuesto de todos. ¿Le rascamos tantito para identificar cuantos priístas han vivido y viven holgadamente (muy por arriba de la media de un pueblo que a diario le batalla) únicamente de la grilla, los cargos públicos y sus favores? No son los únicos, claro, pero por ahí deberían empezar algunas soluciones y no tirar la piedra sobre la ventana ajena.
No los entiendo. El PRI se encuentra ahora en el mejor de los mundos. Fieles a su investidura de representantes de la oligarquía mexicana y de las firmas trasnacionales tienen al país en sus manos: sacaron adelante sus tan deseadas reformas estructurales y no enfrentan una resistencia que los detenga: la oposición, de cualquier tinte, esta mareada entre acuerdos y pactos insustanciales, divisiones internas y dispersa. 
Es decir, están haciendo con el país lo que les pega la gana. Lo menos que se esperaría es que se justifiquen frente al ojo público mostrando respeto hacia el diferente y con decencia. Después de todo vivimos formalmente en una democracia, ¿qué no?.
 

Comentarios

Israel ha dicho que…
Muy acertados comentarios , ademas me gusto el titulo: "Lo cortes no quita lo priista" , que tambien quedaria en otros casos.

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