Menos peor la nota roja
Cuando uno se topa con las notas periodísticas sobre alguno que otro "político" de temporal, exaltando su imagen pagada con una supuesta capacidad de convocatoria para ser factores de unidad y vaciladas por el estilo, a los nervios incontrolables les da por modelar una sonrisa involuntaria. Irónica, de pena y de coraje: todas en una sola. Las mamadas, decían las abuelas, son en otra parte. Y los desperdicios de tinta y papel un insulto para la sobrevivencia de la humanidad.
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