Iguala ¿y las causas?

Muchos fuegos artificiales truenan en torno a la crisis del momento: Iguala. La especulación como relleno para la suspicacia publica. Culpables anticipados y enemigos públicos implantados en el ánimo nacional han sido detenidos. Hermética la forma, por cierto. Ya nos dirán de manera oficial lo que quieran. 

Sin embargo, siguen sin respuesta las preguntas clave que tienen que ver con las causas de un hecho que sorpresivamente a simbrado las fibras más sensibles de la tolerancia ciudadana: ¿por qué un grupo criminal y/o unos gobernantes locales habrían de decidir acribillar a un grupo de estudiantes y secuestrar a la mayoría de ellos? Decir que nada más porque es su naturaleza, porque forman parte del crimen organizado, porque son corruptos o porque querían evitar que les arruinaran una fiesta no tiene sentido. O sea, solo porque son malos y les da por matar cuando les da la gana. Eso no explica nada. 

La única posible explicacion que ha aparecido hasta ahora filtrada y medio sesgada en algunos medios y que estarían formando parte de las declaraciones ministeriales de algunos criminales detenidos se refiere la confrontación de dos bandas criminales: Los Guerreros Unidos, a la cual estarían vinculados los gobernantes del municipio, y Los Rojos, sus enemigos acérrimos que estarían infiltrados entre algunos estudiantes de la Normal Rural. Puede ser duro aceptarlo pero no es descartable. No se trata de criminalizar la acción activista y la lucha educativa y social de los estudiantes y la comunidad normalista. Para nada. Es legítima e histórica. Pero tampoco se debe desviar la vista de la posibilidad de que algunos jóvenes, por cuenta propia, pudieran estar vinculados a alguna de las bandas y que ello haya enredado la pita de la locura que se desató. 
¿Se les fue la mano en ese ajuste de cuentas a los mandones de Guerreros Unidos y no sospecharon la consecuencia? ¿Se les salió de control? ¿O querían poner en claro, de acuerdo a sus códigos, que son quienes mandan en la comarca eliminando a todos por no poder diseccionar quienes de los estudiantes eran sus enemigos y quienes no?  

Regreso a la pregunta: ¿por que fueron los jóvenes de la Normal a hacerse de apoyos y de camiones a Iguala para luego trasladarse a la marcha del 2 de octubre, y no lo hicieron, como era su costumbre, en Chilpancingo? ¿Quién lo propuso? ¿Que o quién los convenció de cambiar su acostumbrado itinerario?

Las notas sobre los acontecimientos del día 26 de septiembre refieren que entre los víctimas, además de los baleados, apareció un cuerpo desollado. ¿Tan rápido? Esa dato se ha omitido de la andanada de sesudas especulaciones.

Y luego: ¿por qué callaron al padre Solalinde cuando difundió públicamente que algunos testigos que no quieren ser identificados le habrían confirmado que los 43 jóvenes secuestrados habrían sido ejecutados, quemados y enterrados en fosas clandestinas? Se entiende que al gobierno hay que exigirle que haga su trabajo y que es legítimo que los familiares deseen que los secuestrados aparezcan vivos, porque es el deseo de (casi) todos. Cierto es, también, que el sacerdote erro al hacer publica la información que le fue confiada antes de hablar directamente con los padres y los familiares de los afectados, pero ¿por qué no buscar el encuentro discreto entre dichos testigos y algunos familiares para confirmar si puede ser válida esa línea de investigación? Extraño comportamiento. 

Y ya veremos el sesgo político que esto tendrá: será duro contra el PRD por el supuesto vínculo del ex gobernador Aguirre con la esposa del ex presidente municipal y luego por la detención de estos dos en Iztapalapa donde ya suena, de manera interesada, que campea el crimen organizado. 

Coincidentemente el Presidente de la República ha hecho un llamado a la conformación de la segunda parte del Pacto por México que tendría como objetivo central la lucha contra la inseguridad. ¿Se condicionará la garantía de meter la basura debajo de la alfombra a la decisión de que la izquierda moldeada participe?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”