Honor a los irreverentes

Su sangre seguirá derramada por reir y hacer reir con la estupidez de los dogmas


¿o es más estúpido hacerse matar por los dogmáticos?
¡Pues no!
Hay maneras de defenderse, hasta que el carboncillo, la tinta o las teclas aguanten. 
Sangre sobra, ¿verdad fanáticos?
Fanáticos, por cierto y por desgracia, son los que sobran en todos lados de la esfera: religiosos, políticos, deportivos, pero sobre todo económicos, del poder. Fanáticos de su locura: los verdaderos patrones de la barbarie.

Frente a tanto fanatismo, la risa, el cartón, la opinión, la burla, la idea, la caricatura, la palabra


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