Una mañana en Peacock
Poner "pausa" y proceder lo conveniente.
Aquí una réplica momentánea que no parece ser tan terrible: por estar al nivel del mar se permite usar los platos con flores. Los frijoles son el agregado conveniente por aquello de la noción de origen; y el vaso de leche esta transformado en un licuado de plátano para dejar constancia de la intuición bananera.
El café humeante vino después, quedando fuera de foco para acompañar el resto de las emociones.
Posterior al ataque de sentimentalismo, ¿que sigue para Mrs. Skillpa? Ocupar el puesto que dejó vacante su marido o, de plano, el suicidio. No parece haber de otra para culminar orgullosa la tarea.
Como un Pavo Real, diría.
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