Cancun, patrimonio en riesgo

A sus 45 años Cancún cuenta con un patrimonio arquitectónico muy particular y digno de presumir, concentrado principalmente en el polígono fundacional de la ciudad con algunas manifestaciones en la Zona Hotelera. Es la conclusión básica que extraigo de las conferencias impartidas por los arquitectos Jose Francisco Romero y Marta Coello, organizadas por Fundadores de Cancún y la Universidad del Sur, en el marco de los festejos del 45 Aniversario de la ciudad. 

"Brutalista, rugosa y masiva", es la definición que le da el primero de los expositores, caracterizada por la tendencia arquitectónica de aquel momento y elaborada con la limitación de los materiales disponibles dadas las condiciones de aislamiento. 

Un patrimonio digno de conservar pero en permanente riesgo de perder debido a la desvalorizacion oficial, al deterioro temporal, al abandono y descuido voluntario y, algunos casos, a la demolición para sustitución. No existe para la ciudad un Reglamento de Imagen Urbana nos dicen. Pifia absurda.

Simultáneamente a estas platicas, y también en el marco de las celebraciones del aniversario, se llevaba a cabo por las calles centrales de la ciudad, recorriendo las zonas y edificaciones más emblemáticas, una rodada ciclista colectiva -esas a las que persistentemente nos han venido convocando un grupo de entusiastas cancunenses, entre ellos Tiziana Roma- cuyas conclusiones son similares: Cancún cuenta con un acervo arquitectónico fundacional en riesgo que es digno de conservar y presumir. 

Las lecciones que se extraen son muy claras. Me parece esencial decir que a sus 45 años la ciudad reclama, para trascender más allá de una "marca comercial", de la voluntad de sus ciudadanos en todos los niveles de responsabilidad. Ya no basta con reglamentar (aunque no deja de ser necesario) por aquello de "obedezcase pero no se cumpla". Lo que a mi entender se requiere es un pacto refundacional por Cancún.

Un acuerdo ciudadano que, entre otras cosas, se proponga difundir y dar a conocer obligatoria y masivamente lo que la ciudad es, lo que de valor tiene, sobre todo entre los niños y los jóvenes. Tarea que es para ya. Pero que a la vez se proponga definir que quiere ser hacia el futuro. Cancún es una ciudad voluntariamente creada y no se puede dejar que evolucione a la deriva, al ritmo de la especulación y de las ocurrencias del instante, por muy bien intencionadas que parezcan.

Creo que Cancún ciudad, la llamada zona urbana, está en ese momento de su historia: para conservar, defender y presumir su patrimonio y su pasado debe definir su futuro en base a un consenso ciudadano. Por eso he propuesto que las organizaciones, instituciones y personas interesadas deberíamos adoptar este enfoque rumbo a las celebraciones del 46 aniversario. 

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