Cancún, ¿quién se hace cargo?

Con la reposada franqueza que permite el paso del tiempo don Antonio Enriquez Savignac llego a decir en entrevista, refiriéndose a los errores que se cometieron en la creación de Cancún: "...se nos olvido un pequeño detalle. La gente que llego aquí tenía una mano por delante y otra por detrás: no tenía dinero. Cancún se creo para eso, para darles empleo. (...) Venían de obreros, entonces no podían comprar nuestros bonitos terrenos en la ciudad."

Más adelante reconoce que también se omitió que los trabajadores en algún momento se harían acompañar de sus familias y entonces la necesidad original de viviendas accesibles así como de bienes y servicios se multiplicaría; que las bocas por alimentar serían muchas más que las contratadas. Con un sesgo de descargo agrega: "Es la parte que no se prevé en los desarrollos turísticos, en general. No es el caso solo de México". 

Tenía razón. A las élites económicas o administrativas suele olvidárseles que las cosas no surgen de la nada y que quienes las hacen posibles con sus manos y con su creatividad tienen las mismas necesidades para la vida que quienes se las imaginan, las planean o las financian. Pequeño detalle.

Entonces el entrevistado, reflexivo, hace las preguntas: "...¿donde viven esos habitantes? ¿Quién está planeando las casas, el palacio municipal, las escuelas, la recolección de basura, el trabajo de las policía? ¿Quién demonios está planeando esto?"

Quien tenga la respuesta que lance la roca. 

Estas y otras interrogantes ahora nos hacemos, ante las nuevas circunstancias de la ciudad, como lo es el rumbo económico complementario que deberá tomar Cancún una vez agotada la etapa de ofrecer pleno empleo en base al turismo y sus servicios asociados: ¿Centro de juegos, espectáculos y diversiones al estilo Las Vegas? ¿Centro productivo agrícola y/o industrial? ¿Gran polo comercial regional? (remember el intento del Dragón Mart), ¿Centro financiero internacional? ¿Paraíso fiscal? ¿Polo educativo y cultural? ¿Promoción, desarrollo y proyección deportiva? Que se yo, ¿tal vez lugar de oportunidades y descanso para las personas de la tercera edad?

Preguntas de antes y de ahora que ocupan respuestas. La ciudad no para de crecer e ir improvisando detrás de ella, sin planificar y ejecutar, es dejar activa una bomba de tiempo. ¿Quién se hace cargo?

Las preocupaciones de las élites económicas ligadas a Cancún no parecen estar en el futuro de la ciudad. Por un lado el capital transnacional de las grandes cadenas hoteleras y de servicios turísticos que por definición es volátil, tránsfuga, casi de enclave; "capital turista" que como viene se va con las ganancias dejando poco, muy poco (a veces más costos que beneficios) en los lugares en que se asienta.

Por el otro, un conglomerado heterogéneo de activos empresarios locales dedicados principalmente -por razones obvias- a la actividad turística y anexos, que han tenido que bregar en estos 45 años, con iniciativa y mucha persistencia, con los males característicos de la economía a la mexicana: inestabilidad, incertidumbre, corrupción y falta o exceso de controles, según se vea. Además enfrenta permanentemente la desigual competencia (o asociacion) con el peso fundamental del "capital turista".

No es una elite económica que le de rumbo permanente a la ciudad. No la gobierna. Si acaso opina, demanda iniciativas y programas que le convengan y en algunos momentos financia proyectos para la ciudad que son de su interés y que en no pocos casos terminan diluidos en la laguna de las indeterminaciones. 

Pero el problema se amplía porque, afirmo, tampoco hay una élite político-administrativa consolidada y con un proyecto de largo plazo para la ciudad. Sobre esto diría Enriquez Savignac: "Para Cancún soy pesimista, debido al sistema político mexicano, que cambia presidentes municipales cada tres años, con todo su equipo. Realmente no hay empresa que resista esto." Sin una autoridad municipal comprometida, añade, nada funcionara aunque se haga el mejor plan de desarrollo urbano por parte de los mejores urbanistas: "Hemos visto que para los últimos presidentes municipales (...) los urbanistas han valido 'una pura y dos con sal'".

No es pues, solo un asunto de poco tiempo para gobernar sino de algo mas. Diría que en Cancún ni siquiera hay una clase política en el concepto mas tradicional: una 'elite gobernante local'. La ciudad ha experimentado con una mezcla de personajes interesados o activistas sociales bien intencionados pero sin mucha idea de como gobernar con atrevidos aventureros cazadores de fama y fortuna. (Generalización que, como todas, conlleva sus excepciones). Tema que la comunidad cancunense tendrá que resolver sin tardanza en el futuro inmediato. 

Lo dejo en palabras del reconocido como principal impulsor del proyecto Cancún: "Como contrarrestar este problema de gobierno cambiante cada tres años, cuando cada presidente municipal y su cabildo, generalmente, quieren hacer sus ahorros en ese período, con su lluvia de permisos a pesar de las leyes y la planeación. ¿Cómo contrarrestar eso? ¿Quién puede contrarrestar eso? La única solución para esto es la comunidad."


(La entrevista con Antonio Enriquez Savignac se puede encontrar en el libro "Identidades de Cancún" -Década de los setenta-, coordinado por la Mtra. Marbella Che Ciau y el Dr. Oscar Reyes Hernandez; editado por la Universidad del Caribe).

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