La abuela desconocida de Batman

No tengo tiempo de tener ganas; tengo mas ganas de tener tiempo, pero ese se me escurrió entre los dedos; lo ando buscando debajo de las macetas. Seguramente lo use para regar las plantas. No me acuerdo. 

Olvidemos eso por ahora. Procedo a responder a su pregunta: efectivamente, conocí a la abuelita desconocida de Batman. Tuve una relación intelectual con ella. Solo intelectual. Yo era mucho menor que aquella extraña princesa a quien no le gustaba lavar pañales, decía. Daba clases de literatura inglesa pero lo que mas gozaba era bailar salsa, la poesía erótica y los cursos rápidos de medicina. La vez más reciente que supe de ella pude confirmar que sigue utilizando mallones rojo carmesí pero le ha dado traición a su vida fanática por el Hombre Araña, quien si reconocía con cariño y honestidad a su abuela. Tal vez por eso lo quería.

La abuela de Batman cambio de parecer desde que tuvo conocimiento de la existencia de Birdman. Si, exacto: del superhéroe alado, no del actor dramático que se jugó la suerte y la nariz en el tablado del teatro con una pistola de adeveras. No ese al que se le renovó la fama gracias a la especializada crítica pendeja. 

Birdman el superhéroe. A la porra todos los demás (loquesea)man. La conozco bien y entiendo sus razones. Lo único que no le cuadra es el tamaño de su ignorancia, dice; ella que todo lo sabe de superhéroes. ¿Como esta eso que no pudo ver los dos primeros capítulos de la saga del pajarraco? ¿A qué hora estuvieron en cartelera? Debió ser en la época que se fue a trabajar al Asia Menor y termino mochileando en Medio Oriente. Desde entonces esta a la espera que desespera por la prometida tercera entrega. Eso, en caso de que el pájaro convenza al antihéroe.

Si Batman supiera... Pero como no la conoce...

Birdman se muere de risa, como cuando se burlo de todos nosotros en la última escena. De todos menos de la abuela.

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