México: las armas y la mordaza

La hipótesis conspirativa como sospecha: la fulminante salida de Carmen Aristegui del noticiero de MVS, uno de los más importantes y escuchados del país, tiene menos que ver con el tema de la corrupción y el conflicto de intereses presidencial por la casa blanca y mas con la Casa Blanca.

El tema del trasiego oficialoso y absurdo de armas entre Estados Unidos y México conocido genéricamente como Rápido y Furioso es mucho más sensible y no solamente por las implicaciones diplomáticas. No es que Obama haya dado la orden de despachar a la calle a una periodista y a sus investigadores, sino que las complicaciones generadas por la información internacional en tono de denuncia van más allá de un jugueteo personal con el poder y del tráfico de influencias. Ese caso de traslado oficial que se transformó en tráfico al campo ilegal de las armas tiene la fachada de ser la punta de un iceberg extremadamente delicado como rentable.

Armas sin control introducidas a Mexico, con el fin de rastrear a la delincuencia, que fueron a parar impunes a manos de la delincuencia. ¿Quién se encargó de la tarea? Las manos mágicas: esos hilos finos de ambos lados de la frontera que unen de manera confusa lo que es legal con lo que no lo es.

Si uno observa la manera como se proceso mediáticamente la llegada del abogado Eduardo Medina Mora -uno de los funcionarios involucrados en esos programas- a la Suprema Corte de Justia encuentra que ese fue el tema tocado y desmentido tanto por la vocería gubernamental como por el interesado. El tema.

Según notas difundidas en los últimos cinco años, Mexico es uno de los principales importadores de armas legales en el mundo. En estos mismos días se dio a conocer que el gobierno federal realizó, en el plazo de un año, una cuantiosa compra por 1,300 millones de dólares a los Estados Unidos. Y eso que el país no está en guerra. 

De las ilegales, se calcula que hay unos 15 millones de piezas en todo el país, el 65% en manos de la delincuencia organizada y el otro 35% entre la población civil. O sea...

Doce de esos quince millones de armas proceden de los Estados Unidos. Un turbio negocio multimillonario del que poco se habla y por el cual nadie quiere verse exhibido. Se dice que las drogas matan; las balas también. Rápido y Furioso fue como asomar la nariz por la puerta trasera y, como suele suceder, nadie es responsable. Carmen y su equipo metiendo su cuchara...

No quiere decir que el asunto de la casa blanca presidencial carezca de importancia; para nada. Deja en claro, como ratificación, que estamos en un país donde hay permiso para la impunidad mientras no te agarren si juegas fuera de la institucional. Adentro pasas con charola. Para quien gobierna, sus socios y aliados, no es un asunto de ética sino de poder. Una cultura política que esta a años luz de la democracia y la rendición de cuentas. 

Tan lejos como el informe emitido por Reporteros sin Fronteras que constata que México es el país más letal para los periodistas en América Latina. Ocupa el lugar 152 de 180 analizados en todo el mundo. 

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