Lengua de candidato

De lengua me como un taco... Dice el dicho. 

Al final de las campañas el surtido de curiosas y hasta imaginativas ocurrencias presentadas por l@s candidat@s a diputad@s inundaron el ambiente electoral, más que las lluvias que ya empiezan. Si alguien quisiera decidir su voto en base a lo ofrecido le bastaría con echar un volado y listo. Con tantas maravillas prometidas el que llegue al cargo será lo bueno; o sea, lo mismo. Dicen...

Desde l@s que se les paso la lengua con supuestas soluciones prácticas -como si fueran a gobernar y no ha legislar-, hasta los que se mantuvieron impávidos con la cantaleta de sus tres propuestas simplonas pero con la cartera desbordando regalos, apostándo a obtener fama por escándalo e inmunidad por la compra del voto. Simple calculo monetario que acepta multas y sanciones: gastar a manos llenas y prometer tonterías no empobrece cuando el presupuesto público es la presa. 

El pequeño problema es que, por desgracia, a los ojos ciudadanos la actividad política -y en particular la legislativa- goza del mayor rechazo, la calificación más baja y la opinión despectiva: de flojos y mantenidos pa'rriba... Por desgracia digo. 

Eso me hace suponer que la saturación confusa de propuestas increíbles y el eceptisismo ciudadano poco abonan para motivar la asistencia voluntaria y masiva a las urnas el próximo domingo. De ser así, se presentará la condición propicia para que se impongan los "aparatos electorales" de los partidos que manejan mayor presupuesto (público o privado), diseñados para "movilizar" (algo así como acarrear, por muy sofisticada que sea la manera) al llamado "voto duro".

La opacidad en el manejo de los recursos públicos y la corrupción amparada por la impunidad pactada son los males que mas calan. Chocan. Irritan. Enfadan al ciudadano. Uno esperaría que, más allá del discurso, l@s aspirantes a representarlo empiecen por poner el ejemplo de transparencia. Pero entre cínicos te veas: los tacos de lengua más exquisitos, aderezados con promesas de "acabar con la corrupción", los sirvieron en bandeja de verborrea vari@s candidat@s que se hicieron los desentendidos y no se atrevieron a presentar públicamente su declaración patrimonial, de pago de impuestos y la confirmación de no tener conflicto de intereses. Al momento de escribir esta nota solamente 5 de 28 candidat@s que se disputan tres diputaciones federales en el estado de Quintana Roo atendieron a esa petición en la plataforma "Candidato Transparente" (https://candidatotransparente.mx). Lengua; pura lengua.

A pesar de todo eso, debemos insistir: no deje de ir a votar. Nada se arregla solo. Que no se imponga el "voto duro" en una votación general baja. No tire el volado para elegir: seleccione entre l@s candidat@s de su Distrito que haya realizado, por lo menos, la declaración de transparencia. Ahí dejo la liga a la página para que l@s identifique. Por si mismo no es garantía futura pero vale reconocerles el gesto. Es un buen empezar en el diálogo ciudadanos-representantes.

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