Madre naturaleza

Las desilusiones se cortan con humo de incienso que carece de aroma: los ilusorios olores a bosque de pinos que desaparecieron.
¿Para qué pedir mas? Son esas las emociones que nos dejan los montones de plástico tirados a la orilla de las cunetas: de ahí hasta el resbaladizo tobogán que los mete en la boca de las ballenas. Mensajeras del agua.
El recuento está suficientemente surtido como para llenar páginas y más páginas electrónicas. Infinidad de blogs y muchos más blocs de notas si de papel se tratara. Que los árboles lo agradezcan.
Con eso es suficiente: ¡basta!. O bastar debiera si con el mensaje de la tonina atragantada fuera. Mas, ¿qué diera?
Caminar descalzo sobre el piso de tierra mojada. Los sabañones esperan para sanar la culpa.
Vivir la vida práctica descontrolada mientras muere todo lo que se le atraviesa. 

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