Los veré caer

Mercaderes sin escrupulosos de la política que mientras mas los fui conociendo mas aprendi querer a los perros en general. Tienen de izquierdistas lo que yo de pitcher zurdo. 
Los veré caer, me decía para mis adentros con más deseos que certidumbre. De repente, ¡zas!, dieron el tropezón. Resvalaron con el sebo de sus propias cascaras. 
Mercenarios. Así mismo apuntan a terminar como suelen acabar los mercenarios sin Dios, patria ni ideología: ahogados en su mierda con la billetera extraída por sus parias. 
No hay mucho mas que decir. Innecesario sumergirse en el deletreo de las palabras que los señalan: no las merecen. Ni una mas.
Los veré caer... me decía. 

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