¿Y la transparencia morena?

Si la corrupción es el principal problema a resolver en el ejercicio del poder público en México, como tanto dice y repite Andres Lopez Obrador, entonces la solución empieza por la transparencia. Demostrar que se es nitido y honesto a diferencia de 'los opacos y corruptos que gobiernan'.

Mala señal publica ha dado Morena en este proceso electoral de su inauguración, al ser el partido cuyos candidatos evadieron la solicitud ciudadana de que presentaran tanto su historial personal (curriculum) ante el instituto electoral, como las declaraciones de bienes, fiscal y de no tener conflicto de intereses, ante el programa 3de3, "Candidato Transparente", promovido por la organización Transparencia Ciudadana. Ni siquiera un argumento o explicación ofrecen; simplemente lo ignoraron. ¿De que transparencia hablan, entonces? ¿En la milpa de mi compadre?

Mal principio. En México hay una lenta pero creciente expresión ciudadana organizada que demanda respeto, civilidad, seguridad y transparencia a quienes ejercen la política como profesión. Esa plataforma para transparentar públicamente la condición económica de los candidatos y los gobernantes frente al manejo de los recursos públicos es una de ellas. Una pena que así inicie su participación el partido que dice marcará la diferencia.

Esta obligado a demostrarlo tambien de otras maneras. Ahora formará parte minoritaria del Congreso federal y en algunos locales, principalmente en la Ciudad de Mexico en donde será la minoría mas grande (mayoría se dice). Habrá de gobernar municipios y varias Delegaciones en el mismo DF. Tendra presupuestos públicos a su disposición, sueldos privilegiados, prebendas y tentaciones que indudablemente les pondrán sus opositores. Veremos en los hechos de que tamaño es su ética republicana.

Morena tendria que poner el ejemplo para que el discurso del 'cambio verdadero' no sea uno mas de la decepcionante demagogia. La prueba no será cosa pequeña. Además, antes de las elecciones presidenciales del 2018 habrá otras locales en las cuales la demanda para sus candidatos y eventuales legisladores y gobernantes será la misma. La ciudadanía no va a quitar el dedo del renglón. Menos ahora. De superarla depende en buena medida que las aspiraciones de AMLO se cristalicen. El cambio es a todos los niveles, no solo en la presidencia, por cierto. De otra manera solo será pura verborrea politiquera con más de lo mismo. 

Por lo pronto, ya vimos, Morena entro cojeando a la escena. Empezó con la pata chueca.