Ni independientes ni equidad de género: las decisiones que vienen.

¿Alguien se sorprende por la llamada "ley antibronco"? Con la falta de pudor propia de los cínicos se violentan los derechos más elementales de libre asociación y de participación política de cualquier ciudadano. Descalabro más que anunciado para esta maltrecha 'democracia'.

Se dice que la medida tiene destinatarios precisos, Carlos Joaquín y Julián Ricalde, por ser los más conocidos, competitivos y temidos por la cúpula del poder, pero en los hechos la bofetada es para todos: cualquier ciudadano que caiga en los supuestos de las nuevas restricciones será afectado en sus derechos. Un verdadero retroceso.

Sin engaño. Hicieron lo que avisaron que iban a hacer. Por lo tanto, la expectativa sigue siendo que harán los afectados. Porque, ya entrados en detalles, hay de dedicatorias a dedicatorias. 

Si Julián Ricalde quiere ser candidato a algo, lo va a ser. La tiene menos complicada en caso de no ser independiente porque no tiene impedimento de procedimiento y tiempo para resolver con algún partido o coalición. Depende con quien tome acuerdo según las conveniencias mutuas. A menos que ninguno quiera.

Lo de Carlos Joaquín es diferente. Tendrá que tomar decisiones complejas en las próximas horas. Contra el tiempo. La dedicatoria especial es para disputarle la gubernatura tratando de dejarlo fuera antes de la competencia: es el conflicto que determina el resto de las agendas. No lo quieren en la contienda. Si acaso cuenta con la venia suprema están obligando a que se evidencie antes del proceso interno. Si participa en el mismo sin esa seguridad y pierde, le amarran las manos: una coartada que le serviría en caso de mantenerse disciplinado: nos ganaron compadre. De lo contrario, lo obligan a no participar y abrirse de una vez hacia la oposición. La ruta de impugnar la ley (que de todos modos se hará) en su caso sería una prolongada espera y elástica tortura en los tribunales, con riesgos indeterminantes. Es decir, en el PRI se está forzando el 'destape' o la ruptura anticipada. 

Los dinamiteros juegan con candela. La travesura se les puede revertir. Pero arriesgan. El objetivo de la franja priista en el poder (y sus aliados-subordinados) es conservar sus machistas privilegios a como dé lugar, sin ruborizarse por torcer la ley, ponerla a su conveniencia y pasar encima de quién sea: eso explica también su negativa al ejercicio pleno de la equidad de género, aunque se lleven a sus mujeres entre las ruedas. Con una usurpación nada disimulada en el club de Tobi quieren todo única y exclusivamente para ellos. 

Lo cual tampoco es novedad. Sorprendente (y necesario) sería que frente a la negativa de reconocer la transversalidad en la equidad de género hubiera una respuesta transversal organizada, mano a mano, entre las mujeres (y no sólo) sin importar su militancia o preferencia partidaria. ¡Todo un acontecimiento! ¿Se atreven?

Lo que he llamado 'la rebelión del Virrey' sigue su curso puntual, una estrategia que tritura todo lo que se le ponga enfrente. Lo definitorio que importa dependerá de las respuestas.